Análisis de Aqua Panic (NDS)
Allá por el año 1991, las plataformas de ordenador de ocho y dieciséis bits vieron aparecer en su seño uno de los juegos de habilidad y puzle de mayor éxito de todos los tiempos: Lemmings, un juego en el que en cada nivel debíamos salvar a una cantidad determinada de estos amables roedores de una muerte segura, distribuyendo con rapidez, precisión e inteligencia una serie de habilidades disponibles entre diferentes miembros del grupo. El juego se creó basándose en la creencia popular de que los leminos (o lemmings, como se les conoce popularmente), roedores habitantes de ciertas zonas árticas y del norte del continente americano, se suicidan en masa debido a sus potentes explosiones demográficas, como mecanismo de autorregulación de la población.
El juego tuvo un éxito sin precedentes y diversas secuelas, aparte de adaptaciones para todas las plataformas de ordenador y consola de la década de los noventa. Múltiples clónicos de este sistema de juego hemos visto a lo largo de todos estos años, tanto en el ámbito de la programación amateur como en el comercial, aunque algunos con mayor suerte que otros. La cuestión es que el sistema de juego continúa funcionando hoy día, invariable, enganchando aún a miles de jugadores a la vetusta saga protagonizada por roedores, o a alguno de los múltiples clónicos del juego original que circulan por ahí.
El juego que nos ocupa en el presente análisis, Aqua Panic!, no es más que un nuevo clónico del concepto de juego del original Lemmings, aunque reversionado, filtrado y, en muchos aspectos, mejorado. Teniendo en cuenta la facilidad de control que da la pantalla táctil de la consola y la similitud que tienen los trazos y pulsaciones del stylus con los usos que se hacen del ratón en PC, lo lógico era que el juego surgiera en la portátil de Nintendo. Y así ha sido: Aqua Panic! es un juego de puzle divertido, entretenido y endiabladamente complejo, que para muchos pasará, lamentablemente, desapercibido por no tener el respaldo de ninguna gran compañía tras sus espaldas. Basado en un concepto de juego sencillísimo y de eficacia probada (la prueban sus casi veinte años de antigüedad y éxito), es un título que los amantes del género puzle que busquen nuevos retos de creciente dificultad no deberían dejar escapar...
Pezqueñines sí, gracias
En la primera animación que presenta la acción del juego a modo de introducción, veremos cómo un enorme ciclón entra dentro del mar y hace desaparecer una cantidad ingente de peces, mariscos y moluscos, provocando un auténtico desastre medioambiental. Por lo visto, más de diez millones de peces han desaparecido, y nuestra misión será rescatarlos de los lugares en los que han quedado atrapados y llevarlos hasta el mar, arrastrándolos con el líquido elemento por los diferentes escenarios de cada uno de los ochenta niveles del juego, salvando todos los desniveles del entorno y evitando (o destruyendo) a los diferentes enemigos con los que nos encontremos. En este sentido, el agua sigue el comportamiento lógico de la dinámica de fluídos, esto es, siempre hacia abajo hasta llegar al mar.
Eso sí, contaremos con una serie de herramientas que nos harán la empresa un poquito más fácil, así como ciertos objetos en el escenario que tendremos que tener muy en cuenta para conseguir nuestro éxito en cada nivel, ya que pueden alterar el discurrir del agua por el escenario, modificando el camino de nuestros peces, o alterándolo de diversas maneras. Las herramientas con las que contaremos serán siete, en total, y algunas de ellas sólo las podremos conseguir a través de la tienda del juego, comprándolas con las monedas que encontraremos esparcidas por los diferentes niveles de la aventura. Aún así, en su mayoría las iremos desbloqueando a medida que avancemos en el título, respondiendo a las necesidades específicas de cada entorno a medida que avancemos en el juego. Cabe tener en cuenta que cada grupo de niveles cuenta con condiciones climáticas y de entorno diferentes del resto, así como determinados enemigos y objetos específicos en el escenario, por lo que deberemos de adecuar nuestra estrategia de juego según las necesidades que nos plantee cada nivel.
Herramientas, enemigos y otros objetos del entorno
Las herramientas con las que contamos en el juego son: la bomba, que nos permitirá destruir zonas del terreno para hacer agujeros que permitan pasar el agua al nivel inferior, o reventar paredes que evitan que el agua fluya con normalidad, teniendo en cuenta, eso sí, que las zonas grises del terreno son indestructibles; el arpón, que nos permitirá destruir a nuestros enemigos tan sólo pulsando sobre ellos; la planta, que crecerá para impedir que el agua discurra hacia un lugar determinado o para impedir que un enemigo pueda llegar hasta nuestros peces; el ventilador, que creará potentes ráfagas de viento, las cuales moverán las flores que ponen en marcha los diferentes engranajes del escenario, o desplazarán las nubes (de las que luego hablaremos); la congelación, que nos permitirá helar el agua y mantener a nuestros peces quietos durante unos instantes; el núcleo de atracción, que sirve para que nuestros peces se reagrupen dentro del agua; y, por último, la red de pescar, que nos servirá para atrapar a los peces perdidos o acorralados por algún depredador enemigo.
Cada enemigo responderá a unos patrones de comportamiento diferentes que desplegará, generalmente, al ponerse en contacto con el agua y nuestros peces. Los enemigos que siempre tendremos presentes serán los enormes tiburones de la parte inferior del nivel, quienes limitarán el espacio donde podremos caer con nuestros peces. En otras ocasiones, aparte de los tiburones, contaremos con dos boyas que limitarán aún más dicho espacio, con lo que sólo serán válidas las entradas de peces en el espacio delimitado por ambas. Otros enemigos que encontraremos serán peces carnívoros, flamencos, morenas, etc., según el grupo de niveles en el que nos encontremos y el ambiente que impregne los mismos.
Por último, encontraremos una serie de objetos propios del escenario que deberemos de tener también muy en cuenta para lograr nuestro éxito, ya que de utilizarlos con sabiduría depende nuestro éxito o nuestro fracaso en cada nivel. Estos objetos se pondrán en marcha por iniciativa propia, al ponerse en contacto con el agua, o los deberemos de conectar nosotros mismos, pulsando sobre ellos con el lápiz táctil y activándolos manualmente.
Entre ellos, encontraremos unos caracoles que dosificarán el flujo del agua según nuestro criterio o abriendo el paso cada cierto tiempo; las nubes que, según el tipo al que pertenezcan, al activarse darán paso a una tromba de agua, una tormenta eléctrica que acabará con nuestros enemigos o una tromba helada que mantendrá paralizados a nuestros peces un tiempo; encontraremos también huevos que deberemos de utilizar para cerrar el paso del agua por determinados resquicios, o teletransportadores que cambiarán de lugar al agua al instante, así como algunos elementos perversos que dañarán a nuestros peces, como los erizos de mar o las setas venenosas.
Jugabilidad
Controlaremos la totalidad de la aventura a través del lápiz táctil, seleccionando la habilidad que deseemos llevar a cabo con las direcciones laterales de la cruceta de control o haciendo uso de las flechas situadas arriba a la derecha en la pantalla inferior. Al pulsar dos veces sobre un punto de la pantalla, llevaremos inmediatamente el cursor hasta allí, pudiendo así desplegar una habilidad en concreto pulsando sobre el botón de inicio que tenemos en la parte inferior derecha de la pantalla. Por otra parte, si únicamente arrastramos el lápiz por la pantalla, nos desplazaremos en la dirección del trazo por el mapa del escenario.
Contaremos únicamente con dos modalidades de juego: la aventura principal y una modalidad de juego libre, en la que podremos volver a jugar a cada uno de los niveles que hayamos completado previamente, para así salvar a un mayor número de peces o conseguir más monedas. El sistema de juego será siempre el mismo, aunque cada cierto número de niveles, al final de un grupo de escenarios, contaremos con un nivel especial en el que el concepto jugable será ligeramente diferente.
Gráficos y sonido
Los gráficos de Aqua Panic! son bastante resultones, aunque adolecen de cierta sencillez y repetición en los diseños. Los personajes y enemigos que encontraremos, por otra parte, son de pequeño tamaño, con lo que a veces nos resultarán difíciles de ver (cosa especialmente molesta en el caso de los depredadores ocultos). Eso sí, las animaciones del juego han sido desarrolladas con bastante gracia y buen gusto, ofreciendo bastantes notas de humor al juego.
Por otra parte, la música y los efectos de sonido han sido cuidados con bastante mimo. La banda sonora está compuesta de una serie de temas y canciones divertidas y pegadizas, cantadas por unas vocecillas de aspecto infantil y de timbre chillón; estos temas son, ciertamente, un buen complemento a la acción del juego, y no se hacen para nada pesados o cargantes. Los efectos de sonido son bastante graciosos, sobre todo las exclamaciones de los peces al salvarse o al ser atacados por algún depredador, aunque al final acabarán convirtiéndose en algo meramente funcional y demasiado repetitivo.
Conclusiones
Aqua Panic! es un buen ejemplo de lo que una pequeña compañía puede hacer en materia de videojuegos en caso de contar con una buena idea y los recursos apropiados. Si bien el concepto original de juego no es, ni mucho menos, "original", sí que es verdad que los desarrolladores han llevado el sistema de juego del título a su máxima expresión, ofreciendo al jugador un montón de herramientas y opciones de juego, así como un buen número de enemigos que nos pongan las cosas ligeramente más complicadas. Lástima que únicamente cuente con dos modalidades de juego, sin opciones multijugador, aunque la duración del juego es más que suficiente para tenernos durante horas y horas enganchados a la pantalla.