Análisis de SoulCalibur (iPhone)
Hay juegos que reciben por unanimidad clamorosa el adjetivo de míticos: SoulCalibur es uno de ellos. Y es lógico. Millones de jugadores todavía guardan en sus retinas la imagen que les grabó a fuego el famoso título de lucha de Namco. Para muchos usuarios y aficionados a los videojuegos, SoulCalibur, secuela del clásico SoulBlade para la mítica PlayStation de Sony, fue el juego que les invitó a saltar de generación, y el que, con toda seguridad, inauguró la era generacional de los 128 bits. Presentado en la extinta Dreamcast de SEGA, SoulCalibur supuso un antes y un después para los videojuegos de lucha, y por extensión, para los juegos en tres dimensiones.
Por primera vez, veíamos en pantalla modelados en los que no podíamos distinguir los polígonos o texturas con una resolución impensable por aquella época fuera de los salones de recreativos. La presentación de SoulCalibur como uno de los primeros títulos de lanzamientos para la consola de sobremesa de SEGA, es uno de esos momentos memorables que muchos guardan en sus cabezas.
Ahora, el título, tal y como lo recordamos, desembarca en una versión para iOS que sorprenderá a propios y extraños. ¿Estás preparado para revivir aquella sensación?
El señor de las espadas
SoulCalibur llega a los dispositivos de Apple en una versión universal, compatible con iPad, iPhone y iPod touch en una misma aplicación. Como bien sabréis, el juego de Namco es un nutrido juego de combates uno contra uno, donde en lugar de luchar mediante artes marciales básicas o golpes físicos, lo haremos utilizando espadas y armas blancas. Ahora puede parecer algo inocente, pero lo cierto es que en su momento (sobre todo con el original para PlayStation) fue toda una revolución.
Tal y como mandan los patrones más clásicos del género, SoulCalibur ofrece un plantel de hasta 19 luchadores diferentes (personajes clásicos y míticos como Sophitia, Voldo, Siegfried o Nightmare entre otros volverán a enfrentarse en nuestras pantallas), cada uno con su propio estilo y su arma principal, así como con sus movimientos y tácticas especiales. Tanto la forma de lucha, como sus vertientes ofensivas y defensivas se han respetado en la conversión a iOS, contando con las mismas combinaciones y ejecuciones. El control táctil es bastante fiable, y remarcamos lo de bastante, ya que habrá determinados momentos en los que, pese a tener una buena latencia con respecto al movimiento en pantalla (no hay tanto lag como en otros juegos del mismo género), es cierto que nos costará demasiado encadenar combos complejos en el iPhone o el iPad debido a la separación de los botones y su falta de respuestas en situaciones muy puntuales. Namco quizás tendría que pulir un poco más el sistema de juego y la distribución del HUD de control para garantizar un sistema más fluido y práctico. No obstante, y pese a este fallo conceptual, SoulCalibur es un juego perfectamente disfrutable, ya que a diferencia de otros compañeros de géneros, responde rápidamente a nuestras órdenes y combinaciones de golpes.
SoulCalibur contiene varios modos de juego ya presentes en el original. Como es lógico, nos encontraremos con el modo "Arcade Battle", donde podremos disfrutar del habitual enfrentamiento uno contra uno, encadenando combates y luchas contra otros personajes hasta que llegamos al final (diferente para cada luchador). Por otro lado, tendremos el "Time Attack", modo en el que la velocidad y nuestra capacidad de derrotar a los contrincantes será de vital importancia para pasar de ronda (intentando siempre batir y lograr el mejor tiempo combate tras combate), o los clásicos modos supervivencia, como "Survival" y "Extra Survival", cada uno con sus propias reglas. A su vez, SoulCalibur atesora una vez más los modos "Museum" y "Practice", donde visualizaremos los artworks y renders diseñados para la creación de los personajes y escenarios, y donde practicaremos las tácticas de cada luchador. La principal pega en lo referente a los modos de juego es la ausencia de un modo multijugador básico que nos permita luchar contra otro jugador online o bajo la misma red local (mediante Bluetooth o Wifi). No existe, y eso lastra mucho la experiencia básica de un título de lucha tan clásico como este. No es comprensible y pese a que Namco ha prometido que irá añadiendo otros modos de juego presentes en las anteriores versiones del título, se nos antoja como un problema a destacar dada la naturaleza del juego.
A nivel técnico, y siendo francos, no creemos que haya un juego de lucha uno contra uno que ofrezca un apartado gráfico similar. SoulCalibur luce espectacularmente bien para iPhone y iPad, mostrando todo aquello que hizo grande al original en su momento, y añadiendo nuevas texturas y elementos que redondean la factura gráfica a nivel general. Ahora, tanto los escenarios como los efectos de luz (muy habituales dados los enormes golpes que nuestros contrincantes y luchadores se intercambian con sus espadas) parecen más vivos y presentes, dejando atrás ciertos aspectos gráficos que con el paso del tiempo, podrían haber deslucido mucho la conversión. Las animaciones y los modelados de los personajes, como no podría ser de otro modo, vuelven a dejarnos boquiabiertos pese a que han pasado cerca de doce años desde la salida de su versión en consolas domésticas.
Conclusiones finales
¿Quién nos iba a decir que íbamos a jugar a una versión remasterizada de SoulCalibur en un teléfono móvil? SoulCalibur para iOS (9,99€) es un juego a tener en cuenta. Su control, pese a los problemas derivados de la distribución y el diseño del HUD, responde bastante bien a nuestras órdenes y garantiza unos combates fluidos y libres de lag. Quizás el mayor fallo jugable, sea la extraña decisión de no incluir un modo de juego básico como el multijugador, quizás por estrategias comerciales (DLC o contenido de descarga en un futuro por parte de Namco) o por presentar el juego cuanto antes. Por lo demás, tanto a nivel técnico, como en cuanto a opciones disponibles (es compatible con Game Center), SoulCalibur es una excelente conversión del famoso juego que hará que más de un jugador reviva con nostalgia, y en la palma de su mano, los momentos pasados ante el mítico título de Dreamcast.