Análisis de Shades (iPhone)
En los últimos meses, en las plataformas digitales de iOS y Android, hemos asistido a lo que podría ser considerada como una revolución en el género de puzles y rompecabezas. El año pasado se coronó como uno de los más fructíferos en estos ámbitos, con juegos laureados y disfrutados por todos, como Threes! y Monument Valley. Son muchos los motivos que han podido llevar a esta nueva edad dorada, pero entre ellos, destacan lo instantáneo de la descarga de apps en nuestros móviles y tablets, el tiempo medio de juego del público que disfruta de los videojuegos en iOS y Android y la cantidad de juegos similares por género que invita a los desarrolladores a ser originales… O morir en el intento.
Sombras, gradientes y problemas
Shades es un concepto fresco, que re-escribe en algunos aspectos los juegos clásicos de piezas y rompecabezas, pero en el que volveremos a tener cuadrados que lloverán desde los cielos -esto es, del extremo superior de la pantalla- y que tendrán que tener su hueco en la parte inferior. Un tanto confuso, ¿verdad? Pues bien, mientras se siguen los parámetros clásicos de estos títulos en los últimos años, Shades decide apostar por el color como leitmotiv principal, alejándose de los clásicos match-3 que parecen haber copado y cubierto casi por completo la originalidad en el género.
La app nos irá lanzando piezas, de diferente color y tono -pero siempre alrededor de un mismo color, esto es, verde, azul, rosa…-, que tendremos que organizar y eliminar al momento, evitando que se nos acumulen en pantalla o nos impidan la consecución del combo de turno.
En Shades, debemos agrupar los bloques por colores, siguiendo el esquema lógico de los mismos, de más claro a más oscuro. De esta forma, las piezas irán obteniendo una tonalidad diferente con cada pieza que les adjudiquemos, eliminándose por completo de la pantalla una vez llegan al gradiente de color más negro posible.
El concepto de juego es francamente sencillo, si bien en los primeros minutos, nos daremos cuenta que, debido al reducido espacio o margen de maniobra en la pantalla, costará lo suyo organizarse de cara al éxito. Las piezas pueden ir acumulándose de forma anárquica a las primeras de cambio, obligándonos a priorizar tonalidades que creamos más lógicas de cara a su eliminación. ¿Qué queremos decir? Pues que habrá ocasiones en las que será mejor acumular tonos claros y esperar que tengamos suertes con las piezas venideras, y otras, en las que es más inteligente librar pequeñas batallas y eliminar piezas oscuras una a una en lugar de borrar del mapa grandes cantidades de bloques. Además, no hay que olvidar en ningún momento, que las piezas únicamente irán desapareciendo si las agrupamos de forma vertical -nada de diagonales o combos de forma horizontal-.
Shades tiene unacurva de dificultad bastante alta, pues revela su forma completa a partir de la segunda o tercera oleada de piezas, causándonos la aparición súbita de la pantalla de fin de juego en menos tiempo del deseado. Además, una vez comencemos una nueva partida, el color volverá a cambiar, con lo que tendremos que volver a memorizar una nueva cadena de color de sopetón. Una treta que hace que cada partida, sea distinta de la anterior.
Sí, el fantasma de la repetición y la falta de objetivos más allá de aguantar todo el tiempo posible sin perecer en pantalla sobrevuelan una y otra vez el juego, pero son males menores -y extensibles a otras muchas apps similares- teniendo en cuenta la cantidad de veces que volveremos a sus adictivas y simples -en el buen sentido- lindes.
La app también coquetea con su propio sentido y estética minimalista, sin estridentes efectos, recargadas interfaces para el jugador o anuncios. Es el juego, las piezas, nuestra puntuación obtenida y nuestra propia habilidad. Sin paliativos. De hecho, son la propia estética y el apartado artístico quienes llevan el pulso jugable, algo bastante loable, pues lo hace sin que chirríe bajo ningún concepto. El sonido, reiterativo, simple y un tanto maquiavélico -parece un reloj que avanza inexorablemente y que anuncia nuestra perdición-, casa también con la premisa jugable de Shades de manera excelsa. En iOS, plataforma en la que hemos probado la aplicación, Shades está traducida al castellano y cuenta con soporte para Game Center.
Conclusiones finales
Shades es un juego que, a poco que ames los títulos de puzles y quieras un nuevo amor en forma de aplicación para matar las horas -amor perpetuo o fugaz, eso ya depende de cada cual-, debes probar. Su mecánica es sencilla y su presentación, irreprochable. Puede que no llegue a ser tan redonda como otros juegos del género -sobre todo, dados los incuestionables juegos de puzles lanzados el año pasado-, pero entretiene, y mucho. Su adictiva fórmula nos tendrá atados a la pantalla de nuestro smartphone o tablet bastante tiempo.