Análisis de Katamari Amore (iPhone)
La serie Katamari es una de esas pocas joyas que apenas necesita presentación y que presenta una clara división entre los jugadores: o lo amas, o no te aporta nada. Se trata de una serie atípica, que no se basa en las premisas de los clásicos de la industria, sino que arriesga desde el primer momento ofreciendo una jugabilidad original y un sistema de juego nunca visto hasta entonces. ¿Qué tiene de divertido rodar objetos cual escarabajo pelotero? Pues, para muchos jugadores, esa es precisamente la esencia y la diversión de la compilación japonesa. Podemos decir, sin duda, que Katamari se ha convertido en un producto de culto que no todo el mundo comprende, pero que sencillamente no deja indiferente a nadie.
Y aquí llega otra vez una nueva versión de la obra para los dispositivos iOS dispuesta a dar guerra mientras recogemos objetos de lo más minimalistas y, a después, contundentes, puesto que la obra basa su sistema de juego en ir recogiendo -más bien rodando- objetos pequeños para, poco a poco, coger todo lo que nos aparezca por delante.
Desde clips, pilas y demás pasando por perros, personas e incluso casas y vehículos. Nada parece resistirse a nuestro pequeño protagonista, que dedica su vida a complacer al rey del Cosmos llevándole sus objetos más deseados.
El concepto de Katamari está claro, sin embargo, la nueva revisión para iOS se queda un poco pequeño en comparación con sus hermanos de sobremesa, dando la sensación de que estamos ante un videojuego un tanto incompleto, y, de hecho, lo estamos si decidimos descargarnos la versión gratuita del título. Un único mundo con un modo de juego a contrareloj de dos minutos es lo poco que podremos disfrutar si decidimos no pasar por caja, no obstante, si decidimos hacernos con el contenido adicional, Katamari Amore nos enseña seis mundos completamente diferentes con cuatro modos para cada mundo. Todos los modos de juego tratan lo mismo: rodar y rodar hasta conseguir un objeto correspondiente o, en su defecto, hacer la bola más grande posible en el tiempo estipulado.
El modo historia nos dará detalles sobre el Rey del Cosmos y nuestro pequeño protagonista, que tendrá que buscar una serie de objetos repartidos por el mundo para terminal cada nivel. Uno de los aspectos más interesantes de la franquicia es la exploración de los escenarios, que, en este caso, son más pequeños de lo habitual y con un diseño que no convence debido a las limitaciones de la cámara, que nos dejará alguna que otra vez vendidos. Además, la obra también cuenta con un modo que nos obligará a conseguir una bola de un tamaño determinado, lo más justo posible para completar el nivel, mientras que el modo eterno nos da la posibilidad de hacer a nuestras anchas sin ningún tipo de cronómetro o que nos ponga contra las cuerdas.
El control es bastante bueno, sobre todo si lo comparamos con I Love Katamari, la precuela del título que apareció también para iOS hace unos meses. Namco nos ha dado la posibilidad de utilizar una cruceta virtual para controlar a nuestro protagonista, así como un segundo stick analógico que recuerda al control empleado en las sobremesas. Por último, también podremos hacer uso del acelerómetro del dispositivo para deambular por los escenarios, aunque la experiencia de juego se resiente un poco a la hora de controlar al pequeño.
En cuanto al apartado técnico, la obra recuerda con gracia a sus anteriores versiones, con objetos y personajes detallados en un mundo donde el color está a la orden del día. Los dispositivos aguantan bien el tipo, incluso cuando los objetos acumulados comienzan a ser más grande que nuestro protagonista. No obstante, de vez en cuando hemos sufrido alguna ralentización puntual que empaña un poco el producto final.
En definitiva, Katamari Amore es una propuesta digna que sigue la estela de la serie. Lo cierto es que la obra está muy limitada si no queremos pasar por caja, pero si lo hacemos tendremos una experiencia Katamari a la altura. El único detalle que puede molestar al jugador es el hecho de que Namco venda el videojuego como una obra gratuita cuando en realidad está todo demasiado limitado. El control es bueno y los gráficos a la altura de la ocasión. Si somos seguidores de la serie no podemos perdernos esta nueva entrega de la serie, pero si queremos disfrutar de una experiencia Katamari de lo más digna, recomendamos encarecidamente mirar otras propuestas de la saga para otras plataformas. Podríamos considerar a Katamari Amore como una demostración de lo que en realidad ofrece la franquicia.