Análisis de Chasing Yello (iPhone)
Si algo hemos defendido desde nuestra sección iOS en Vandal, es la realización de buenos juegos. Poco nos importa si el concepto es sencillo o ambicioso, o si de la jugabilidad es directa o algo más compleja. El apartado gráfico es importante, pero siempre ha de estar totalmente supeditado a la experiencia global, siendo un elemento más, de relevancia, pero bajo los designios de la dirección jugable que se quiere transmitir al jugador. Conseguir una aplicación que cumpla varios de estos preceptos o directrices es algo raro, sobre todo si nos ceñimos a la cantidad de apps que aparecen en la App Store día a día.
Encontrar el equilibrio que haga una aplicación divertida y atractiva, es difícil, pero de vez en cuando, se puede conseguir con buen atino y sin ser demasiado estridente.
dreamfab, distribuidora y Tactile Entertainment, creadores y diseñadores de una de las aplicaciones más divertidas de lo que llevamos de año, Saving Yello, nos traen ahora su continuación directa, Chasing Yello, que prosigue contándonos la eterna huida del bueno de Yello, un pobre pez que ansía su libertad.
Una divertida odisea
En Chasing Yello volveremos a encarnar al pobre y simpático pececillo anaranjado en su siguiente plan de huida de la malvada Matilda, su dueña, que continua sometiéndolo a las más variadas torturas. En un plan desesperado, decide salir de su pecera y arrojarse al río, buscando un seguridad entre las turbulentas aguas del riachuelo que surca bajo la ventana de la casa de Matilda. Una vez allí, nos daremos cuenta de que quizás no fue tan buena idea... Chasing Yello se enmarca dentro de los juegos conocidos como "Endless Runner" o "Huidas sin fin", donde como jugadores, debemos llegar tan lejos como podamos con nuestro protagonista, recopilando objetos y esquivando peligros por el camino. Chasing Yello hace suya esa máxima, pero le añade algunas fórmulas y detalles jugables que consiguen aportar una frescura necesaria en un género que parece estar de moda en la plataforma iOS de Apple.
Guiar al simpático Yello río abajo, será una tarea fácil, al menos al principio, ya que nos limitaremos a mover o inclinar de izquierda a derecha nuestro dispositivo y gracias a los acelerómetros, nuestros movimientos se trasladarán a la pantalla. Una vez dominemos dicha rutina, aprenderemos a saltar y sumergirnos. Estas pequeñas acrobacias, nos ayudarán a esquivar troncos, piedras de poca altura y algún que otro fuego intencionado -suponemos que Matilda es más peligrosa de lo que pensábamos en un principio-, evitando que nos tropecemos -o nos muerdan las pirañas-, y pongamos así, de manera irremediable, fin a nuestra aventura. Y es que si por algún casual cometemos un error -no girar de forma adecuada, saltar en vez de ponernos a bucear- y chocamos contra algún obstáculo, el pobre Yello caerá en manos de Matilda, poniendo fin a la escapada. Nuestra dueña, por si fuera poco, nos irá persiguiendo nivel tras nivel, lanzándonos cariñosos piropos e incluso, llegados a un punto, cazándonos con una red mientras navega río abajo con una piragua. Muy cariñosa, sí.
Por el camino, encontraremos gran cantidad de estrellas y otros power-ups que nos ayudarán a conseguir mejores puntuaciones -y subirlas en Game Center para compararlas con otros jugadores o para compartirlas con otros amigos a través de Twitter y Facebook y así ganar premios y recompensas- y características para Yello. Y es que si somos habilidosos y vamos consiguiendo una buen número de ellas, podremos invertirlas en divertidas ayudas para Yello, como un imán que atrae las citadas estrellas, un escudo que nos salvará de rocas y otros elementos o un cohete que nos hará ir más deprisa -si cabe-. El juego está deliciosamente diseñado, pues invita al jugador a ir subiendo de nivel -que irán cambiando ligeramente para no repetir dos veces la misma experiencia, y retarnos a que pongamos los cinco sentidos en cada partida- y le propone ciertas recompensas y objetivos a fin de motivarlo a avanzar.
En cuanto al apartado gráfico, destacar, aparte del colorido entorno -todo lleno de colores anaranjados, de azules claros y un montón de verde- las cuidadas animaciones de Yello y Matilda, que recordarán a las de una película de dibujos animados gracias a su calidad.
Conclusiones finales
Chasing Yello es aplicación divertida, muy sencilla y directa, y tremendamente adictiva. En su propósito, que es el de entretener con poco gracias a una jugabilidad bien balanceada y cuidada, no tiene rival. Hay muchos juegos dentro de su género, sí, pero nuestro desgraciado pececito amarillo destaca sobremanera. Si realmente buscas una app con la que pasar un buen rato delante de tu iPhone, iPad o iPod touch durante estas vacaciones, y no quieres comerte demasiado la cabeza con controles complicados, logros imposibles y demás, no lo pienses más y hazte con Chasing Yello en la App Store. Ofrece exactamente lo que te propone: diversión a raudales por muy poco.