Análisis de Street Racing Syndicate (GameCube)
3DO Games es historia desde hace más de un año, pero antes de morir la compañía estaba intentando cambiar, tal y como en vano lo intentó Acclaim y con éxito lo consiguió Midway. Entre los juegos interesantes que la compañía de Trip Hawkings preparaba se encontraba este Street Racing Syndicate, desarrollado por los británicos de Eutechnyx (creadores de Big Mutha Truckers), al que Namco había echado un ojo y que adquiriría en la subasta de los restos de 3DO.
El juego está en las tiendas americanas desde verano, pero en su llegada a Europa ha sufrido un considerable retraso, probablemente relacionado con la completa ausencia de Namco en el viejo continente, siempre dependiente de que un tercero adquiera la licencia de sus juegos y se decida a distribuirlos.
En el caso de GameCube este partner siempre ha sido Nintendo, que lo ha lanzado en Europa antes que las versiones PS2 y Xbox –que no llegarán hasta abril-, probablemente con el objetivo de reforzar el catálogo de GameCube, siempre flojo en juegos de carreras, y que no tendrá un Midnight Club 3 en abril.
Aunque los usuarios del cubo de Nintendo agradecerán un juego de este estilo más en su colección, y más después de que la peor versión de Need for Speed Underground 2 fuese la de GameCube, Street Racing Syndicate no es un juego revolucionario, sino que sigue a grandes rasgos lo marcado por el juego de EA Games y la saga Midnight Club de Take 2, e incluso resulta flojo a nivel gráfico, con ralentizaciones, tal y como lo fue el ya mencionado juego de EA.
El juego nos propone lo que viene siendo habitual en los juegos del género. Correr en carreras ilegales en circuitos urbanos, ganando fama, respeto e incluso mujeres, y dinero para así seguir mejorando nuestro coche. Estas carreras –en el modo principal, el Street Mode- son de varios tipos, y aparte de las que ocurren en circuitos cerrados –las llamadas oficiales- existen también duelos individuales e incluso piques con coches que veremos pasar por la carretera; porque, en efecto, en Street Racing Syndicate tendremos a nuestra disposición un mundo abierto, ciudades cuyas calles podremos recorrer libremente, con la única salvedad de la policía, que nos perseguirá si nos "caza" rebasando el límite de velocidad; una situación que se presentará casi siempre.
Circulando por la ciudad podremos acceder a los talleres, los desafíos y los diferentes campeonatos, gracias a un cómodo mapa que podremos consultar cuando queramos. La ciudad, por desgracia, carece de la complejidad que se ha visto en otros títulos como Need for Speed Underground 2, o de la que tendrá la de Midnight Club, aunque hay que considerar que este título es anterior (en desarrollo) al juego de Electronic Arts, pese a que a tierras europeas haya llegado con un notable retraso. Siguiendo la tradición de Tokyo Xtreme Racer, existen los piques con coches que veremos por la calle, aunque estos no se resuelven como en el juego de Genki (cuyos circuitos son lineales) o como en el de Electronic Arts. Al picarnos con un coche se creará una especie de circuito virtual en la zona donde nos hayamos picado, y tendremos que dar la vuelta antes que el coche al que hayamos retado; si ganamos, conseguiremos más dinero. En este aspecto, el de los piques, SRS es realmente superior a su competencia, ya que en NFSU2 podían llegar a hacerse eternos.
En los diversos campeonatos en los que correremos en el juego, habitualmente divididos en varias carreras, podremos apostar con otros rivales. Esto es algo muy interesante, ya que aunque las apuestas son fijas en dinero, podremos ver cómo de bueno es el rival –o al menos, su coche- antes de elegir con quién apostar (solo podremos apostar con uno de ellos). La apuesta es algo muy interesante, ya que nos permite ganar algo de dinero aunque no ganemos la carrera, y esto es importante considerando que las carreras tienen precio de entrada, y a veces requisitos de respeto.
El dinero es posiblemente la parte más importante de este modo carrera, pues no solo nos permitirá adquirir nuevos coches y mejorar los que ya tenemos, sino también repararlos. Pues Street Racing Syndicate es un juego extraño en su género, ya que aunque mantiene la conducción al estilo arcade, sí tiene daños en tiempo real, cuyas reparaciones tendremos que pagar después si es que queremos que nuestro coche siga funcionando a pleno rendimiento. Los daños no solo suceden en la carrera, sino también en la propia conducción estándar por ciudad, por lo que habrá que andarse con cuidado a la hora de hacer "experimento".
Otro aspecto poco ortodoxo, algo innovador pero a la larga no tan interesante como puede parecer en un primer momento es el de las novias. Hay hasta 18 chicas diferentes en el juego, que podremos "conseguir" superando desafíos o "levantándoselas" a otros corredores. Estos desafíos son de lo más interesante del juego, habitualmente saliéndose de la regla de la carrera estándar para presentarnos retos como perseguir a un coche sin tocarlo, adelantarlo o perderlo de vista. Una vez hayamos conseguido a la chica podremos "elegirla" en nuestro almacén base, y será la que nos dé la salida en las carreras. Pero hay que tener cuidado, pues en caso de hacerlo mal podrá dejarnos por otro corredor y tendremos que recuperarla; si en cambio lo hacemos bien, conseguiremos vídeos de imagen real de ellas, pues cada una está basada en una modelo real.
En cuanto a la conducción, como habíamos dicho sigue una tradición arcade, aunque algo más realista que los juegos habituales del género, y posee la influencia de los daños, si bien estos nos se muestran de forma muy realista en los coches (las típicas roturas, independientemente de cómo haya sido el impacto) ni llegan a tener una gran influencia en la carrera. Por las colisiones nuestro coche reducirá su rendimiento, pero nunca llegará a quedarse parado como en otros juegos de velocidad –simuladores como Toca-. En cuanto a los rivales, estos son bastante inteligentes y competitivos, y puede verse que no se limitan a seguir la clásica "línea invisible" de la carrera sino que compiten entre ellos, se arriesgan y de vez en cuando se equivocan. Esto hace que las carreras sean por norma general divertidas y un tanto impredecibles, aunque es evidente que si nuestro coche es muy superior al de nuestros rivales no nos costará nada ganar.
Street Racing Syndicate cuenta con un más que decente repertorio de modelos reales (unos 50) entre los que destaca Honda por su ausencia, y de igual modo cuenta con modificaciones reales de los coches. El aspecto de las modificaciones tiene bastante complejidad pero no está tan logrado como nos hubiese gustado, pues en primer lugar, la pantalla de modificación tiene unos tiempos de carga inexplicables, y aunque nos muestra con gráficos los cambios en el rendimiento que hemos hecho, no se tiene una constancia de "antes-después", ya que repentinamente cambian las estadísticas y no se destaca lo que ha cambiado. Hay mucho que modificar en el coche, desde partes del motor, la suspensión, la transmisión y el cambio, hasta aspectos externos meramente visuales como los retrovisores, pasando por las típicas reducciones de peso y las habituales mejoras visuales en forma de vinilos y otros accesorios.
A nivel gráfico Street Racing Syndicate no decepciona pero no constituye uno de los hitos de GameCube. Cuenta con buen modelado de coches y de escenarios, pero la sensación de velocidad deja mucho que desear y de vez en cuando se experimentan ralentizaciones, además de una especie de tono "apagado" en las texturas y los efectos que de vez en cuando se nota en algunos juegos de Gamecube. No llega a ser mediocre, pero apenas pasa de decente, y para algunos constituirá una decepción. En cuanto al sonido, cuenta con buenos ruidos de motor pero una música entre decepcionante e inapropiada, una especie de sucedáneo de hip hop que no llega a quedar bien en el juego, ni cuenta con temas memorables. No es imprescindible que un juego de velocidad cuente con temas reales para que su música sea buena –ahí está la banda sonora original de Metrópolis Street Racer-, pero podrían haberse ahorrado los vídeos de modelos y haber licenciado algunos temas viendo el resultado.
En definitiva, no estamos ante el juego de velocidad definitivo de GameCube, quedando bastante por debajo de Need for Speed Underground 2. Parece que los usuarios del cubo pueden disfrutar de lo mejor en los subgéneros de la conducción (Mario Kart, F-Zero, etc...) pero a la hora de lo mínimamente cercano a la realidad solo les queda la saga Underground de Electronic Arts. Street Racing Syndicate, sin embargo, no resulta un mal juego, y cuenta con algunas buenas ideas, pero el resultado final pone en evidencia la falta de ambición del proyecto en un primer momento, o quizás que los problemas de 3DO –que ralentizaron considerablemente el desarrollo- han hecho que salga demasiado tarde para destacar.