Calentando motores
El titulo que copa la atención de este articulo conforma la ultima entrega de una prolífica saga consagrada al mundo del motor y a Nintendo desde sus orígenes y teniendo como soporte multitud de sistemas de la N, desde sus orígenes en SNES y pasando por Nintendo 64 y Game Boy Color. Y lejos de ingresar en la multitud de juegos que intentan vivir de las rentas de su pasado, TGR (Top Gear Rally) se presenta ante la última maquina de Nintendo de la mejor forma posible, innovando en el apartado técnico, llevando a gala su altísima jugabilidad y posicionándose por delante de sus rivales naturales.
TGR es poseedor de opciones de juego suficientes como para ser considerado sin duda el mas completo dentro de su categoría en GBA, nada mas encender la consola y seleccionar el idioma, entre los que se encuentra un perfecto castellano, se deslizara ante nosotros un generoso menú con multitud de categorías:
Práctica.
Campeonato.
Clasificación contra reloj.
Carrera rápida.
Garaje.
Opciones.
Contrarreloj.
Reglaje.
Dos jugadores.
Como veis las opciones de juego son más que amplias, pudiendo desde participar en carreras rápidas con la única finalidad de quemar ruedas sin ningún preámbulo, participar en una carrera a dobles con un amigo mediante el cable Link, ajustar los reglajes de nuestro coche para mejorar sus prestaciones o adentrarnos en el modo principal del juego, el Campeonato.
El modo Campeonato es pilar fundamental del cartucho y en el que probablemente mas tiempo pasemos intentado superar etapas y desbloquear nuevos circuitos y coches. Dividido en tres ligas, Amateur, Profesional y Mundial Top Gear, comenzaremos en la categoría mas baja compuesta por diez carreras divididas en tres etapas cada una de ellas, lo que compone un total de 30 pruebas distintas.
Tras superar la liga amateur podremos acceder a categorías de más alto nivel y distintas pistas, hasta llegar al total de los 60 circuitos que componen el juego. Circuitos desarrollados en escenarios como playas, profundos y cerrados bosques, carreteras inundadas de nieve o ciudades sumidas en la oscuridad de la noche. Un total de 10 escenarios distintos que aportan gran variedad al juego y lo aleja de la monotonía imperante en otros títulos del motor.
Gráficos
Sin duda el apartado más espectacular del cartucho lo aporta el apartado grafico, y espectacular es justamente el término más apropiado para definirlo. Para todos aquellos detractores de GBA que lanzaban a los cuatro vientos las carencias gráficas de la consola y la comparaban en potencial con una SNES, TGR es el revulsivo que les hará cambiar de opinión. Movidos por el motor grafico de desarrollo propio CRIS 3D, los gráficos del juego presentan una calidad mas propia de juegos de PSone que de los acostumbrado a ver en GBA. El sistema grafico se compone de Imágenes en 2D para los elementos adyacentes a la pista y de modelos tridimensionales para los coches, formando una integración perfecta de ambos. Con más de 200 polígonos por coche el modelado de estos es más que satisfactorio así como las texturas aplicadas, lo que hace de ellos un modelo sólido y detallado.
TGR hace una exhaustiva demostración del potencial técnico de GBA cuando detrás de un desarrollo se encuentran profesionales con la determinación necesaria para desarrollar sus propias herramientas y construir un código optimizado a las caracterizas técnicas del soporte para el que va dirigido. Con un "frame rate" constante incluso con otros tres coches en pantalla, TGR se mueve a una endiablada velocidad y una suavidad digna de elogio realizándose la generación de escenarios a una distancia considerable salvo en contadas ocasiones.
Por otro lado la faceta artística del juego esta resuelta de una forma magnifica, con detallados fondos, multitud de objetos adyacentes al circuito y lo que es más importante gran variedad de escenarios perfectamente representados. Desde la alta montaña a ciudades costeras el trabajo grafico es sobresaliente. Como únicos detalles negativos destacar la pixelacion de los elementos del circuito al acercarse a nuestra posición ya que se componen de bitmaps y la vista externa que ralentizar ligeramente el juego. Dos detalles francamente nimios frente a las cualidades ya expuestas.
Sonido
Sin llegar a alcanzar nuca los niveles de calidad del apartado gráfico, el sonido se mantiene a una buena altura. Por una parte se ha de decir que la música solo hace presencia durante los menús del juego, siendo inexistente en la carrera, si bien es cierto que en ningún momento se hace presente la ausencia de esta, dejando paso a las voces del copiloto, que si bien se reproducen en un perfecto ingles, la calidad es alta siendo perfectamente reconocibles y ayudando a preparar el trazado. Los efectos de sonido al paso de nuestro coche sobre diferentes superficies muestran claramente la diferencia entre el rechinar de la gravilla o el deslizamiento en el hielo de una manera clara. Quizás el único fallo más destacable es el bajo sonido del motor del coche, pasando casi desapercibido al jugarse sin auriculares.
Jugabilidad
De nada servirían todas las anteriores virtudes si no se dejara jugar de una forma satisfactoria, y TGR hubiera quedado en uno de esas demostraciones técnicas impresionantes pero carentes de interés jugable. Por suerte nos encontramos ante un cartucho que gracias a un buen control del coche y la gran variedad de circuitos unidos al acertado diseño de estos, nos ofrecerá innumerables horas de diversión. Teniendo en cuenta que la cruceta digital de la portátil no es el mejor método para controlar la dirección de un coche, solo se puede catalogar lo conseguido por los creadores del juego como espléndido.
Por otro lado el diseño de circuitos es variado, ofreciéndonos trazados virados de gran dificultad técnica y repletos de curvas cerradas, chicanes y parabólicas, así como grandes subidas y bajadas en la pista que nos cerrara el ángulo de visión dificultando la conducción. El estilo es evidentemente mas cercano a un arcade que un simulador puro y basado en el derrape como método de control, pero esto lejos de ser un fallo lo considero un acierto de cara a la jugabilidad portátil del titulo.
Conclusión
El mejor en su género. Dentro del catalogo de GBA es difícil encontrar un juego de conducción que atesore tantas virtudes como este titulo. Su competidor más directo es V–Rally 3, pero de cara a este redactor y tomando en cuenta gráficos, variedad de pistas, control del coche y lo que es mas importante diversión, no me queda duda la superioridad de Top Gear Rally. Si deseáis un buen juego de carreras que os quepa en el bolsillo, éste es vuestro juego.