Análisis de Spellfall (Android, iPhone)
Ser originales, diferentes y entretenidos en la App Store -y por ende, en la cada vez más extendida Google Play Store, una tienda digital con menos filtros que la de Apple-, es una tarea titánica. Si ya es complicado encontrar juegos, más lo es hacerse un hueco en las listas de descargas o conseguir que Google o la empresa de la manzana, te vean y te promocionen por encima de otros juegos de corte o temática similar.
Spellfall, de no ser por la fuerte promoción de Apple en la App Store quizás no le habríamos hecho caso. Y quizás, también os lo decimos, nos habríamos arrepentido.
Spellfall coge algunos conceptos vistos en juegos como Puzzles & Dragons, pero al mismo tiempo aporta características de su propia cosecha, algo que veremos a los pocos segundos de comenzar nuestra primera partida en nuestro iPhone o iPad -o en nuestro dispositivo Android-.
La magia en formato táctil
Spellfall mantiene sus credenciales claras y muy bien jerarquizadas desde el mismo instante en el que arrancamos la app. No hay devaneos, y el sistema de juego, que mezcla rol y rompecabezas -con el núcleo jugable match-3 como principal leitmotiv en la mecánica-, está claro para el jugador sin distracciones extra más allá del sistema free-to-play -del que hablaremos más adelante-. Backflip Studios ha impregnado de un cierto cúmulo de clichés propios del rol occidental y nipón, con la ya clásica historia de los magos y hechiceros que luchan en contra de una Oscuridad largo tiempo olvidada. Estos magos, llamados Duskwalkers, modifican con poder unas runas elementales, capaces de desatar energía en diferente estado y forma.
La pantalla principal de Spellfall tiene un buen número de columnas y piezas -con formas que van desde rayos a nubes, pasando por hojas o llamas y ascuas de fuego-, como si se tratase la de un juego de puzles o rompecabezas. Nuestra misión es ir combinando estos elementos, en grupos de más de tres, y realizando ataques a nuestros enemigos y a las criaturas que nos vayan saliendo al paso.
No hay que olvidar que para realizar poderosos ataques tendremos una serie de movimientos concretos muy limitado, y que una vez que los realicemos, el turno pasará a nuestro rival. Es ahí donde entra el elemento de rol en liza. Spellfall es un juego de rol por turnos, en el que tendremos una barra de vida, y una serie de características y debilidades. Por ejemplo, hay monstruos que son débiles al fuego y otros que son resistentes al mismo. En función de este tipo de debilidad, tendremos que ir preocupándonos de enlazar o combinar unas piezas u otras.
Una mecánica de rompecabezas y rol
El tutorial es corto, y en apenas minutos, estaremos abandonados a nuestra suerte. Si somos diestros, podemos hacer combinaciones y mezclas de elementos y figuras de más de tres runas iguales, de manera que haremos ataques devastadores, que arrebatarán una mayor cantidad de vida a los monstruos que han empezado a proliferar por el mundo en el que se ambienta el juego. Por si fuera poco, conforme avancemos en el juego, podemos equipándonos con armas -como espadas, hachas o bastones mágicos-, objetos y power-ups…
Una de las habilidades que más usaremos, será la del ataque especial elemental -a nuestra elección-, un poderoso conjuro extra que en función de las piezas que combinemos, nos hará más fuertes de cara al enemigo. Spellfall es sorprendentemente fácil y adictivo, y no nos costará nada cogerle el ritmo. Las batallas pueden durar minutos o segundos, en función de la pericia del jugador. Los monstruos más grandes -como algunos jefes finales- necesitarán de más ataques, o de algunos más poderosos, o al menos de armas más contundentes. Las armas y objetos especiales estarán a nuestro alcance si vencemos los diferentes combates o si recogemos con presteza las monedas -y con movimientos similares a los de las runas- durante los rompecabezas.
El principal problema, como os decíamos en la introducción del análisis, es que en el fondo Spellfall es un título free-to-play. No nos encontraremos con demasiados impedimentos, si os somos sinceros, pero el muro de pago puede atacarnos o darnos en cualquier momento en las partidas más avanzadas. De todas formas, se puede avanzar, invirtiendo tiempo, repitiendo algunos combates para conseguir dinero y siendo inteligentes en las elecciones y movimientos en cada combate.
Unido a este pequeño contratiempo que puede suponer el sistema de monetización, nos encontramos con el limitado meta-juego que esconde Spellfall. Sí, podemos ver que hay criaturas débiles y resistentes a según qué tipo de magia, pero la sorpresa dura poco, y no nos encontramos con ningún reto real más allá de la velocidad con la que se reduce la vida del enemigo. Es decir, al final todo se reduce en hacer daño… Y no salir herido.
Técnicamente, la app no es ninguna maravilla, y no es que sea una demostración fehaciente de potencia o de diseño artístico. De hecho, es bastante anodina. Pero Spellfall se comporta bien, y sus efectos, combates y criaturas cumplen perfectamente con su cometido, ilustrando en tres dimensiones las mecánicas del juego. El sonido y la banda sonora, un poco repetitivo, nos hará que olvidemos cualquier tipo de banda sonora original y nos dediquemos a elegir canciones propias de nuestro iPod o, directamente, a quitarle a silenciar la app. Nosotros hemos analizado la app en iOS, tanto en iPad con pantalla retina como en iPhone 5S, y no nos hemos encontrado problemas de ningún tiempo. Spellfall es compatible con Game Center y no tiene traducción ni doblaje a nuestro idioma.
Conclusiones finales
Spellfall es un juego original, entretenido y muy divertido. Tiene una mecánica absorbente, con unos tintes de estrategia muy bien avenidos -herederos de ciertos aspectos del género de rol-, que encajan a la perfección con la presentación que también ejerce como juego de rompecabezas. Puede pecar de repetitivo llegados a cierto punto, pero la cantidad de contenido, y lo accesible de su sistema de juego, la hacen merecedora de nuestra atención. La app es gratuita, tanto en iOS como en Android -plataforma para la que todavía no está disponible, pero llegará pronto-.