Análisis de Colossatron: Massive World Threat (Android, iPhone)
Se acabó eso de ser el héroe y defender la Tierra de la invasión o la amenaza de turno. En Colossatron encarnaremos la larga, metálica y extraña figura de una peligrosa serpiente mecánica de origen desconocido, y como única misión y objetivo, destrozaremos todo lo que se nos interponga. El nuevo juego de los creadores de Fruit Ninja y Jetpack Joyride vuelve a apostar por una mecánica pensada para la pantalla táctil de nuestro dispositivo iOS y Android compatible, a fin de hacer más accesible, adictiva y divertida posible la experiencia jugable.
Sembrar la destrucción jamás había sido tan divertido
Colossatron: Amenaza Mundial Masiva arranca con el avistamiento de una extraña figura mecánica que se acerca, rauda y veloz a través del espacio. Los medios de televisión no tardan en darle cobertura, desconociendo las intenciones aviesas con las que comenzaremos nuestro aniquilador periplo por la superficie del planeta.
En estos primeros minutos, veremos el sistema de juego de la app, que es bastante sencillo, y que se reduce a la combinación de diferentes eslabones mecánicas a nuestro cuerpo, que irá aumentando de tamaño y poder de destrucción en función de nuestras decisiones.
En Colassatron: Amenaza Mundial Masiva deberemos, como robot gigantesco, destrozar tantas ciudades y complejos militares como podamos, recabando dinero en función de nuestro nivel de amenaza y mejorándonos conforme vayamos accediendo a las diferentes piezas. Cada eslabón mecánico de nuestro monstruo gigante, tiene una función y un estilo de ataque, con lo que habrá que ir combinándolos y distribuyéndolos según nuestras necesidades. Cada núcleo tiene un color diferente, y representa una forma de disparo básica -desde ametralladora, a rayo láser, pasando por cañón de gran calibre, etcétera-, que podemos encajar en cualquier posición de la serpiente. Colossatron irá ganando en tamaño y energía con estas adiciones, que pueden ser combinadas a nuestro antojo, para dar a luz nuevas armas e ingenios de destrucción. Combinando los colores sabiamente -algo que al principio de la app mejor sería atribuir al factor suerte debido a la argamasa de disparos y explosiones que nos rodeará-, podemos conseguir mejores eslabones, mucho más mortíferos.
Mientras tanto, estaremos rodeados continuamente de las tropas militares del General Moustache, nuestro enemigo en el juego, que se interpondrá entre nosotros y la destrucción mundial. Las tropas del general son muy molestas, y dado que no podemos marcar el ritmo ni el devenir de la serpiente -Colossatron se mueve de forma automática por el escenario en perspectiva cenital-, será muy probable que nos rodeen a la mínima ocasión. Entre sus filas encontramos tanques de todo tipo, aviones o helicópteros, e incluso, llegado el caso, armas experimentales que nos servirán de duros y concienzudos jefes finales.
Colossatron: Amenaza Mundial Masiva es un juego muy adictivo, ya que nos exigirá permanecer en todo momento atentos a lo que ocurre en pantalla, que no es poco. Hay que tener en cuenta que nos iremos moviendo de un lado a otro de las ciudades y escenarios, sembrando la destrucción y evitando caer abatidos por el incesante fuego de artillería de los militares. Mientras combinamos los eslabones, también habrá que tener en cuenta las partes que estén más deterioradas -que no serán pocas-, para eliminarlas y alejarlas del cuerpo principal antes de que exploten.
Según el índice de caos y de unidades que vayamos aniquilando bajo nuestro metálico abdomen y bajo nuestro constante fuego alienígena, recibiremos una cantidad de dinero concreta, que podemos usar para mejorar nuestras características, comprar continuaciones o reforzar las piezas del ingenio mecánico. Cada núcleo de poder tiene un árbol de evolución en cuanto a defensa y ataque, con diferentes grados de blindaje y armamento. Avanzar en Colossatron: Amenaza Mundial Masiva no es nada fácil, y a no ser que encontremos el equilibrio perfecto entre potencia de fuego y defensa -cosa que nos llevará unas cuantas partidas-, nos veremos mordiendo el polvo a las primeras de cambio. Quizás cuesta coger el ritmo correcto, ya que por momentos, la app deja una especie de regusto a free-to-play que no termina de venirle bien, pese a que -y lo dejamos claro- no hace falta desembolsar ni un solo céntimo extra para disfrutar de ella al máximo -cosa que se agradece tras haber invertido 0,89 céntimos en la aplicación-.
Las primeras urbes y ciudades son relativamente sencillas, sin demasiadas fuerzas opositoras que nos rechacen, y servirán como tutorial encubierto al sistema de juego, que repetimos, es muy rápido y que exige la máxima concentración y respuesta por parte del jugador. El nivel de presión es similar al de Jetpack Joyride -que no permite ni un solo segundo de descanso o respiro-, en algo que ya parece una marca de casa por parte de Halfbrick, desarrolladora de la app.
Colossatron: Amenaza Mundial Masiva luce espectacularmente bien en su planteamiento bidimensional, con continuos guiños al género kaiju -aquel que se centra en las películas de monstruos y robots gigantes japoneses-, haciendo continuas referencias a series y films de estética similar. Nuestra serpiente robótica rebosa carisma en multitud de aspectos, y el sentido televisivo del que se hace gala en toda la app -el juego intenta simular una suerte de retransmisión o noticiario de sobremesa que se centra en la amenaza- es muy acertado, y le otorga carisma a raudales -el sonido le va a zaga, y desde el primer momento, se recomienda jugar con los auriculares puestos para aumentar la inmersión y la experiencia-. La app está traducida al castellano y goza de soporte tanto para Game Center como para la pantalla del iPad en el caso de iOS.
Conclusiones finales
Colossatron: Amenaza Mundial Masiva es una interesante vuelta de tuerca a los ingredientes jugables vistos en títulos conocidos como el popular Snake o el reciente Jetpack Joyride -de los mismos desarrolladores-. Ofrece una jugabilidad frenética, muy adictiva, una serie de aciertos visuales y una mecánica accesible. Sembrar el caos a lomos de una criatura colosal con forma de serpiente robótica es algo muy atractivo, sobre todo si podemos hacerlo en cualquier lugar y momento gracias a la portabilidad del ecosistema iOS o Android. Teniendo en cuenta el soporte de Halfbrick, y las posibilidades de la app tal y como se encuentra ahora -con varios niveles y escenarios, así como con un sistema de clasificaciones mundiales muy atractivo-, solo nos queda recomendar encarecidamente una de esas apps de las que seguro disfrutarás durante meses.