Análisis de CastleStorm (Android, iPhone)
CastleStorm llegó el año pasado sorprendiendo a propios y extraños por su equilibrada jugabilidad, que hacía hincapié tanto en la conocida defensa de torres como en los derroteros de trayectoria, disparos y destrucción bidimensional vista en títulos como Angry Birds. Con bastante atino, CastleStorm se convirtió en todo un éxito en consolas como Xbox 360, PS3 o Wii U, dando el salto incluso a otras plataformas. Ahora, tras un tiempo prudencial entre versiones, Zen Studios nos trae su adaptación a iOS y Android, conservando toda la esencia y sin perder un ápice de su carisma.
A vueltas con el vecino
CastleStorm, a priori, no parece un juego demasiado original. De hecho, no hace alardes de ningún tipo al respecto. Es más: lo encontraremos simplón y ramplón en sus primeros compases y en su parca y somera introducción. Pero es su cohesión, su bien llevada mecánica y su presentación, lo que añaden enjundia a su planteamiento y lo hacen diferente y mejor que el resto de sus competidores.
El punto de partida es la clásica tensión entre dos tribus y reinos, formados por vikingos y caballeros en eterna batalla. Tras años de guerra, uno de los Dioses asiste a una cruenta justa, en la que decide repartir dos importantes gemas entre los dos bandos para sellar una frágil paz. Y decimos frágil, porque no tardarán en reanudarse las hostilidades.
El sistema de juego de CastleStorm nos invita a controlar y gestionar dos grandes fases y mecánicas. Por una parte, tenemos que defender nuestro castillo -situado en el extremo izquierdo de la pantalla- y por otra, atacar la fortaleza rival -a la derecha del mapeado-. La defensa se gestiona como en un título de defensa de torres, eligiendo soldados, proyectiles y poderes variados, y evitando los envites del enemigo oleada tras oleada. El ataque, por su parte, se desarrolla como lo visto en juegos archiconocidos como Angry Birds, en el que debemos controlar la trayectoria, la potencia y el ángulo de disparo de nuestros proyectiles de cara a la destrucción de la fortaleza contraria. Cada nivel, y por lo tanto, cada combate o asedio, tiene unas reglas y objetivos concretos, que marcarán nuestro devenir en el progreso del juego, así como nuestra puntuación.
CastleStorm cuenta así con varios niveles de estrategia y gestión, que nos permite aprovechar la dicotomía de su sistema de juego. Así pues, deberemos prestar atención a las armas que usamos para defendernos, y a las mismas que usamos para destruir a nuestros adversarios. Nuestro papel como Castellano y Jefe del Ejército del Rey -encarnamos a Sir Gareth, un aguerrido caballero- será también el de gestionar las partidas de infantería que corran delante de nuestras murallas, escogiendo el tipo de soldado -desde lanceros y arqueros a unidades de caballería-, pensando con claridad el orden en el que desfilar delante de nuestras líneas de defensa mientras combate contra el enemigo. Aquí entra también cierto componente de recursos y coste, pues cada soldado cuesta una cantidad dinero, y necesita de una serie de recursos para ser convocado y entrenado, y una característica cercana al estilo "piedra, papel o tijera", donde cada tipo de tropa adolece a unos contras y unos pros en combate.
Castillos y héroes
Pero aún hay más. Si nuestra estrategia de defensa y resistencia fracasa, siempre podemos convocar -si tenemos la suficiente energía o recursos para ello- al propio Sir Gareth en combate -o a cualquiera de los héroes disponibles-, bajando al campo de batalla y repartiendo espadazos como si de un juego de acción en tercera persona se tratase. Nuestro caballero tiene mucha fuerza, y es capaz de convertir la derrota -en caso de que vayamos perdiendo- en victoria. Hay varias tribus y reinos, y por lo tanto, varios tipos de héroes adecuados para según qué ocasión.
Nuestras victorias tendrán recompensa, ya que podemos mejorar nuestras fortalezas, mejoras las estancias y defensas, y escoger aquellos diseños que más se ajusten a nuestras necesidades en un sencillo editor de lo más práctico y cómodo. Y no solo eso. Nuestras tropas de infantería y caballería también tendrán margen de mejora, e incluso, si podemos permitírnoslo, podemos invocar criaturas mágicas como águilas gigantes, trolls y ogros. El control de CastleStorm se ha adaptado convenientemente a la pantalla táctil, y la interfaz no es para nada engorrosa, pese a que los primeros momentos son desconcertantes. Asistimos a una enorme cantidad de menús en la pantalla principal, aunque a la hora de jugar, no molestan demasiado y se reducen a unos claros y sencillos iconos fáciles de memorizar cuando estamos luchando y asediando.
CastleStorm es un juego largo, variado, con bastantes misiones secundarias -algunas de habilidad- y varios modos de dificultad. Quizás su mayor pega radica en que, en esta versión para ecosistemas táctiles, contamos con varios tipos de recursos -monedas, diamantes…- orientados en excesiva forma hacia las compras free-to-play habituales en el género. ¿Son molestas para el jugador? En principio no, pero se nota que el título hay sido balanceado para que puedan llegar a ser necesarias en determinadas situaciones, haciéndose complicado avanzar si no somos lo suficientemente diestros.
La app ha trasladado fielmente el estilo gráfico de la versión para consolas de sobremesa, con modelados detallados en tres dimensiones, buena tasa de refresco de imágenes y unas texturas asombrosas teniendo en cuenta la naturaleza portátil de la plataforma para la que se ha adaptado. No es ninguna maravilla técnica -aunque en sus animaciones sí que destaca, sobre todo en los derrumbes de las fortalezas a las que asistiremos continuamente-, pero se comporta de maravilla tanto en tablet como en smartphone. Compatible con Game Center en el caso de iOS, y con una traducción más que competente a nivel de textos al castellano.
Conclusiones finales
CastleStorm en esta adaptación para iOS y Android, sigue siendo en esencia el mismo y divertido juego de siempre. Se ha pensado concienzudamente el traslado a la interfaz táctil, haciéndose el juego más dinámico, directo y divertido, y convirtiéndolo por el camino en una opción interesante para partidas cortas y esporádicas. Su mezcla de géneros y sus opciones la hacen una app muy atractiva, sobre todo teniendo en cuenta que es de descarga gratuita. Pero en esa misma característica, encontramos su peor punto: las compras in-app. Si obviamos el sistema free-to-play, y nos centramos en sus bondades, que son mucha, CastleStorm se revela como uno de los mejores juegos de defensa de torres y de habilidad de la App Store y de la tienda digital de Google, haciéndola una opción a tener en cuenta si buscamos un juego fresco y entretenido con el que pasar largas tardes de asedio.