Análisis de Gunman Clive eShop (Nintendo 3DS, PC)

Gracias a la distribución digital hemos aprendido que los juegos independientes pueden ser tan brillantes como los producidos por grandes equipos. Evidentemente, un desarrollo de una o dos personas tiene sus límites, pero eso no impide que cuando los autores le ponen su cariño y esfuerzo, los resultados pueden ser magníficos. Este es el caso de Gunman Clive, un juego de acción y plataformas creado por los dos hermanos de Hörberg Productions y que pese a ofrecer un tiempo limitado de juego, lo hace con gracia, buen gusto, variedad y carisma. Si te gusta este género y tienes la 3DS, no puedes pasar por alto esta joya nacida en iOS pero que llega a la portátil para ofrecer una experiencia más atractiva visualmente a la vez que más jugable gracias a unos controles más precisos.

Una de vaqueros y saltos

Gunman Clive ofrece una combinación clásica de acción y plataformas en dos dimensiones, en donde tomamos el papel de Clive, un vaquero del siglo XIX en un Lejano Oeste plagado de matones y forajidos. La hija del alcalde Jhonson ha sido secuestrada y tendremos que acudir a su rescate, un periplo que nos sorprenderá por muchos motivos. Curiosamente, también podemos empezar la partida como Ms. Jhonson, la secuestrada, quien acudirá al rescate de un vaquero (suponemos que el propio Clive, ya que la historia no habla de esta situación).

En ambos casos, tendremos que recorrer diversos escenarios disparando con diferentes tipos de armas a malhechores y animales peligrosos, esquivando disparos a la vez que procurando no caer al vacío. Al principio recorreremos zonas con edificios típicos de la época que nos obligan a medir el disparo para acertar al enemigo cuando asoma por ventanas, deja de cubrirse en cajas para dispararnos, o todos aquellos que esperan nuestra llegada.

Repetiremos esta mecánica de esquivar, saltar y disparar en el momento justo al más puro estilo Mega Man hasta que, cuando parece que el juego se limita a eso, se nos presentan retos plataformeros claramente inspirados en la serie Mario Bros así como varias mecánicas que lo desmarcan por completo del cliché propuesto originalmente. Lo mejor de todo es que lo hace progresivamente y sin abusar de repetición, algo que nos ha parecido fantástico y que juega claramente a su favor, pero que también es culpable de la corta duración del título. Del mismo modo, Gunman Clive huye por completo de un diseño de juego que obligue al jugador a volver sobre nuestros pasos, por lo que siempre estamos avanzando y descubriendo nuevas pantallas, devolviéndonos a una era de los videojuegos donde el entretenimiento del jugador primaba sobre la duración.

Muy cortito, pero rejugable

Queremos hacer especial hincapié en que el juego es muy corto (nosotros tardamos apenas una hora en terminárnoslo en la primera partida en nivel normal) pero que por lo satisfactorio que resulta, hemos querido seguir jugando con él. Tenemos tres niveles de dificultad (fácil, normal, difícil) y dos personajes con diferencias en vida, velocidad y el salto. Además, cuando nos terminemos el juego por primera vez desbloquearemos un personaje nuevo que por sus particularidades nos motivó a pasárnoslo otra vez. Hay marcadores de tiempo y de completado sin recibir daño al final de cada fase, que animarán a aquellos jugones que quieren superarse una y otra vez. Son pantallas muy cortas ideales para jugar en una portátil y podemos volver a jugarlas seleccionándolas en un mapa al estilo New Super Mario Bros. Hasta tres registros de tiempo por nivel, aunque por desgracia no se ponen iniciales y tampoco tenemos clasificaciones online o vía StreetPass, una pena porque son siempre ayuda para rejugar los niveles. También disponemos de tres slots que nos permite tener hasta tres partidas guardadas, ideal para aquellos que quieran tener las partidas con los tres personajes.

Un estilo artístico único y sorprendente

Hemos de admitir que lo primero que nos llamó la atención de Gunman Clive fue su peculiar estilo artístico. Carece por completo de historia o cualquier tipo de animación para explicar qué sucede, pero tampoco se echa de menos. Como podréis observar, apenas utiliza detalles en las texturas de los terrenos, objetos y fondos, potenciando el relieve con el uso de rallado animado muy resultón. Un naranja muy pálido con claros y los trazos de los elementos de los escenarios resaltan con lo que el jugador puede interactuar de un modo muy efectivo, sin que hayamos tenido sensación de confusión alguna, un conjunto que recuerda a las ilustraciones que veíamos en las películas de vaqueros en los carteles de "Se busca". En ningún momento hemos sentido confusión o rechazo al estilo visual, y no encontramos motivos para que otros puedan sentirse de tal modo, así que si os parece bonito, os aseguramos que resulta satisfactorio y sorprendente de ver. Hay que decir que la animación es muy suave, apoyado en una tasa de imágenes por segundo elevada y estable, lo que demuestra el cuidado puesto en el apartado visual.

Además, nos encontramos con una adaptación visual que supera con creces a la versión original de iOS gracias a la magnífica compatibilidad del estilo con las 3D estereoscópicas. Los gráficos están hechos todos en 3D, solo que usa cámara lateral todo el rato, algo que funciona maravillosamente bien con la función estereoscópica y que además ha sido implementado con muchísimo cuidado y acierto. Observaremos con todo lujo de detalle la profundidad de los elementos gráficos de un modo que es imposible de distinguir con el visionado 2D, convirtiéndose en uno de esos embajadores de la mejora visual que ofrece esta portátil respecto a sus competidoras. Acompañando a los magníficos gráficos, una banda sonora que a ratos es pegadiza y a ratos parece no encajar con el resto, así como por momentos se convierte en la protagonista marcando el ritmo de juego, junto a unos efectos de sonido de juguete pero muy efectivos para transmitir lo que ocurre o marcar el tiempo en algunos momentos de plataformeo, hacen de Gunman Clive todo un ejemplo de que solo dos personas pueden producir un juego excelente si se pone pasión, talento y cabeza.

Estupendo de jugar y de ver a un precio irresistible

Así es Gunman Clive, un desarrollo independiente que nos cautivó en iOS pero que nos ha enamorado irremediablemente en su versión para 3DS. Su estilo visual y su jugabilidad clásica pero cuidada con todo el mimo que desprenden los juegos de autor. Apuesta por la variedad y sorprender al jugador varias veces, olvidando conceptos como el volver atrás o meter contenido de relleno artificial para manteneros enganchados durante los 45 minutos que dura la partida, tal y como hacían la mayoría de los juegos de 16 bits. Afortunadamente la experiencia es satisfactoria y lo más probable es que lo rejugueis con diferentes personajes así como con el objetivo de conseguir mejorar los registros, dando para unas cuantas horas, motivos suficientes como para que estéis satisfechos de haber invertido los casi 2 euros que cuesta.

Sin duda alguna, otra magnífica joya para Nintendo 3DS que nos llega a través de la maravillosa eShop, que no deja de traernos juegos únicos y de calidad (hemos perdido la cuenta ya). En esta ocasión es un producto menos original en jugabilidad, muy medido y accesible para que resulte entretenido a todos los públicos, pero precioso en su parte artística demostrando que las 3D estereoscópicas tienen mucho que aportar a los videojuegos. Por su precio, jugabilidad y calidad en general, todo un imprescindible.