Análisis Daymare: 1998, el mal también reside aquí (PC)
Hace cinco años, un equipo italiano mostraba su remake de Resident Evil 2. Era un pequeño proyecto independiente, que poco a poco fue creciendo y ganando la atención de los aficionados. Pero Capcom tenía sus planes también, y habló con Invader Studios para llegar a un acuerdo. La compañía japonesa los invitó a discutir ideas para el remake oficial, e incluso los mencionó en los créditos del juego. En lugar de tirar todo el trabajo por la borda, Invader Studios ha aprovechado para crear su propio survival horror: Daymare: 1998.
Videoanálisis
Un terror familiar
Daymare: 1998 es un survival horror que se inspira fuertemente en los Resident Evil posteriores a la cuarta entrega, con la cámara al hombro y el sistema de apuntado que todos conocemos. Tiene sus elementos originales, pero la base es exactamente la que cabría esperar de uno de los títulos posteriores a la obra de Shinji Mikami.
Así, nos encontraremos con multitud de escenarios, más o menos enrevesados, en los que tendremos que resolver puzles, encontrar objetos, abrir puertas, descubrir nuevos caminos y, sobre todo, permanecer con vida en esos entornos rodeados de enemigos... cosa que, ya os adelantamos, no va a ser demasiado fácil.
Nada más empezar, Daymare: 1998 nos da dos opciones de dificultad. Una recomendada para aficionados al género, y otra, más fácil, para los que busquen una experiencia más accesible. Nosotros apostamos por la recomendada, y la verdad es que nos ha dejado con unas sensaciones un tanto enfrentadas. Nos ha pasado un poco como con Nier: Automata, que el pico de dificultad inicial es demasiado alto, pero una vez lo pasamos, el resto está mejor medido.
Es muy survival horror, con enemigos resistentes que nos obligan a apurar cada bala y, si podemos, huir y no malgastar munición. Hablando de munición, este título introduce un elemento bastante interesante: los cargadores de balas. Como parte de nuestro inventario tenemos los cargadores y, aparte, las balas, de diferentes tipos. Podemos recargar cualquier arma de manera tradicional siempre y cuando tengamos un cargador con balas.
Si lo que tenemos es munición «suelta», por decirlo de alguna manera, tendremos que ir al inventario y manualmente combinar la munición con el arma. Si tenemos los cargadores con munición, tenemos dos opciones, recargar cambiando de cargador, lo que lleva unos segundos, o tirar uno y meter otro de manera inmediata. Si lo tiramos y no lo recuperamos luego, lo perderemos para siempre. Y cuidado; escasean. La implementación no nos termina de convencer, pero en cierto modo agradecemos por el mero hecho de intentar ofrecer algo nuevo.
Otro elemento importante de la aventura son los puzles, por supuesto. Los hay de varios tipos, pero todos muy «auténticos», muy «residentevileros». Hay algunos más sencillos, los típicos de coger objetos y ponerlos en el sitio adecuado, y otros más complejos, que requieren más esfuerzo por nuestra parte e incluso coger papel y lápiz. A nosotros nos ha encantado el equilibrio entre ambos, y, de hecho, apreciamos puzles con un poquito más dificultad en el género, que es algo que se ha ido perdiendo.
Quizás el componente que menos nos ha gustado es el control. Entendemos que en este tipo de juegos no puedes ser un ninja, y que tienes que sentirte en desventaja, pero los personajes nos dan una sensación más torpe de lo que deberían. El apuntando, por ejemplo, nos parece demasiado tosco, aunque después de un par de horas de juego te adaptas y puedes disfrutarlo sin problema. También hay que mencionar que no hemos jugado a la versión final, por lo que hay margen de mejora en todos los aspectos.
Bienvenidos a Ciudad Mapache
Daymare: 1998 hace un gran trabajo en el apartado audiovisual. Nos ha sorprendido la calidad de sus gráficos, teniendo en cuenta que está desarrollado por un pequeño equipo independiente, así como la enorme variedad de localizaciones. No todo es perfecto, como las expresiones faciales, pero en general está a muy buen nivel.
Es curioso ver estos escenarios, ya que, muchos de ellos, son claras adaptaciones de los escenarios de Resident Evil 2 que tendrían hechos para el proyecto original y reconvirtieron para aprovecharlos. Esto no quita que haya escenarios originales, aunque nos falta ese escenario inolvidable y sobresaliente que tienen casi todos los Resident Evil; ese escenario en el que todo funciona a la perfección.
Tampoco nos ha enamorado el diseño de enemigos. Los zombis están bien -tampoco hay mucho margen de innovación aquí-, pero las otras criaturas nos han parecido mejorables. Tanto en lo estético, que son poco más que bultos mutantes, como en lo jugable. El primer jefe, por ejemplo, se limita a perseguirte con los brazos abiertos, corriendo detrás de ti como si acabases de marcar un gol y quisiera celebrarlo contigo. Son mecánicas que, unidas al control algo tosco, no generan combates muy divertidos.
Por último, no queremos olvidarnos de la historia, muy en la línea de cualquier Resident Evil, pero con un toque paranormal añadido que, creemos, le sienta bastante bien. No es nada inolvidable, pero más que suficiente para mantenernos entretenido y justificar las tres campañas que se entrelazan a lo largo de batantes horas de juego. A nosotros, en la dificultad recomendada (la difícil) nos ha durado casi ocho horas, y eso sin pararnos a encontrar los secretos. Creemos que, tratándose de un juego que se lanza a precio reducido (29,99 euros), y con unos buenos valores de producción, está bastante bien. Y hablando de valores de producción, señalar que nos llega en inglés con textos en castellano, aunque no hemos podido ver la calidad de éstos, ya que nuestra versión aún no los tenía implementados.
Una gran opción para fans del terror
Hay que reconocer que Capcom puso el listón muy, muy alto para los fans de la saga con el remake de Resident Evil 2, pero, para tratarse de un proyecto independiente, lo que han hecho estos italianos es sorprendente. Daymare: 1998 es un gran survival horror que no oculta sus inspiraciones, pero que tampoco se limita a ellas, intentando introducir sus propias ideas y personalidad. Además, no han tenido miedo de ser ambiciosos, y nos ofrecen una notable cantidad de escenarios muy diferentes entre sí.
Si vais a por él pensando que es un Resident Evil 8 con un presupuesto multimillonario detrás, os vais a llevar una decepción. Si, por el contrario, vais a por él pensando que es una adaptación de la saga de Capcom hecha por un estudio independiente, seguramente os llevéis una sorpresa muy positiva. Está claro que los desarrolladores son muy fans y que entienden las mecánicas de Resident Evil, y aunque le falta ese toque de genialidad de los grandes, Daymare: 1998 nos ha gustado mucho.
Hemos realizado este análisis en PC con un código de descarga proporcionado por PR Outreach.