Malas noticias para los que quieran disfrutar de Fortnite en sus teléfonos Android.
Según ha publicado el equipo de seguridad de Google, una vulnerabilidad en el primer instalador de Fortnite dejó una puerta abierta para que otras aplicaciones maliciosas lo explotasen sustituyendo el paquete con el juego por otro contenido, descargando junto a Fortnite cierto malware para nuestros teléfonos.
La descarga del contenido malicioso se realizaba utilizando los permisos de escritura con los que cuenta la aplicación de Fortnite, permitiendo que el malware llegase a los teléfonos sin que los usuarios fueran conscientes de lo sucedido.
Google reportó la vulnerabilidad el día 15 de agosto y Epic Games, 48 horas después, logró corregirla con la actualización 2.1.0 del juego que, desde ese momento, se instala directamente en el almacenamiento interno de los teléfonos.
El pasado 24 de agosto Google hizo pública esta vulnerabilidad, algo que no habría sentado bien al presidente de Epic, Tim Sweeney, que ha comentado, según la BBC, que el movimiento de Google haciendo público el error es un acto irresponsable, asegurando que pidieron a Google que ocultase el fallo "hasta que la actualización estuviera ampliamente instalada. Se negaron, creando un riesgo innecesario para los usuarios de Android con el fin de obtener unos puntos baratos de cara a la galería".
Google, además de para informar a los usuarios de la amenaza que había encontrado en Fortnite, también podría haberse dado prisa para hacer público el error como "venganza" a Epic por distribuir su juego de forma alternativa y no a través de Play Store, haciendo que Google no se lleve un jugoso 30% de la recaudación del Battle Royale.
