La era de los 8 bits estuvo plagada de melodías en contrapunto que recorrieron las circuiterías de NES y Master System hasta la saciedad. Y a pesar de lo pegadizo del método compositivo, son tantos los juegos que salieron que no resulta sencillo destacar musicalmente. Sin embargo, existe una compañía que colocó todos sus juegos en la cima del sonido de aquella época y siempre será recordada por ello.
SUNSOFT fue el nombre de aquella compañía, hoy casi inactiva y desaparecida, pero con un pasado que se encuentra entre las contribuciones más influyentes de cuantas hemos hablado en la columna. Una compañía que supo entender la importancia de la música en aquellos cartuchos de NES e hizo lo posible por convertirla en referente. Hoy hablaremos del legendario equipo de Naoki Kodaka.
Make the Famicom sing!
Naoki Kodaka se unió a SUNSOFT en 1985 y durante años sería el único músico al mando. No es habitual que un solo compositor cargue todo el peso, pero contó con la ayuda de programadores de audio como Nobuyuki Hara, Shinichi Seya y Naohisa Morota, los genios tras el impresionante sonido de la compañía, que culminó en el empleo del bajo DPCM y los chips Sunsoft FME-7. Su carrera despegó primero con títulos como Super Arabian, Dead Zone, Freedom Force o el run and gun Blaster Master, que se alternaron con algunas conversiones de terceros que hizo SUNSOFT para Famicom.
El gran punto de inflexión llegó en 1989 con Batman para NES, que adaptaba a cartucho la película del mismo año coincidiendo también con el Fester's Quest de la Familia Addams. Ese letal repertorio demostró que aquel chip MMC3B no sonaba como el de los demás juegos, tenía un trabajo especial en la percusión y el bajo como bien demuestran el tema de la Fase 1, a veces llamado «Streets of Desolation» o su brillante «Game Over». Al año siguiente, SUNSOFT sacaría otro juego distinto para Mega Drive bajo el título Batman: The Video Game. Entre las diferencias respecto al de NES está por supuesto la música, ya que Kodaka preparó un nuevo listado musical para el FM de Yamaha con temas rompedores como «Gotham City Street», «Flugelheim Museum», «Axis Chemical Factory» o «Sky Over Gotham City».
Ahora bien, la cosa no iba a quedar ahí, pues la ambición de Naoki Kodaka y los suyos era imparable, y en 1990 llegó Journey to Silius, una monstruosidad de BSO en la que se percibe la inspiración en The Terminator (1984) —de la que iba a ser adaptación— desde la primera nota. Si lo de Batman ya era asombroso, no hay quien se crea que la Famicom pudiese sacar esa potencia sin ningún tipo de chip adicional. Y lo que impacta no es solo cómo suena, sino que las composiciones son perfectas.
Ese mismo año llegaría también Gremlins 2: The New Batch, el juego que adaptaba la película con magníficas armonizaciones inspiradas en las de Jerry Goldsmith sin llegar a usar la partitura de cine. No podemos dejar sin mencionar temas como los de «The Office», «Ventilation Shafts» o «Control Center», que con su letal pista de bajo marcaban la diferencia de la competencia; el sello Kodaka.
Batman: Return of the Joker fue el juego que daría el auténtico salto en 1991 al implementar el chip Sunsoft FME-7 personalizado, que a la receta base añadía su inigualable tesitura de graves. Claro que SUNSOFT todavía tenía una bala en la recámara antes de dejar los 8 bits. El complemento de sonido del FME-7 recibiría una revisión en 1992 —titulado Sunsoft 5B — para la música de Gimmick! , obra de Masashi Kageyama, del que hablamos ya en la columna con los chips FM especiales de Yamaha.
Naoki Kodaka entraría ahora sí de lleno en los 16 bits con Super Fantasy Zone para Mega Drive en 1992, además de con la música para el título de rol táctico Albert Odyssey. En dicha saga se mantuvo también en las secuelas Albert Odyssey 2 —para Super Famicom igual que el primero— y Albert Odyssey: Legend of Eldean de Sega Saturn. Estos fueron los primeros en tener sus propios CD: All Sounds of Albert Odyssey de DATAM Polystar en 1993, Albert Odyssey 2 de Scitron / Pony Canyon en 1995 y el doble Albert Odyssey Gaiden: Legend of Eldean en 1996, también de Scitron. La música de los dos primeros llegó a ser interpretada por la Tokyo City Philarmonic Orchestra en los Game Music Concert 3 y 4, lanzada en los respectivos álbumes de Sony Records.
Sun Denshi llegaría a pisar también el catálogo de Neo-Geo, empezando por la conversión del arcade Galaxy Fight: Universal Warriors con la mano musical de Masato Araikawa y Takayuki Sasaki. Scitron le dedicaría un extenso álbum en 1995 titulado Galaxy Fight. Masato Araikawa repetiría en el otro título de lucha del momento, el colorido Waku Waku 7, que al igual que el anterior tuvo su propio álbum de Scitron en 1996. SUNSOFT seguiría en la cresta de la ola unos años más con juegos como Hard Edge, compuesto por Atsushi Takada, o Astra Superstars, realizado entre Atsushi Takada, Kazuo Nii y Satoshi Asano, que haría también la música de Blaster Master: Blasting Again en PlayStation.
A partir de ahí la actividad de la compañía caería en picado y lo que un día fue una gran marca pasaría poco a poco a ser una sombra que de vez en cuando licencia y rescata viejas glorias en digital. Kodaka se retiró en 2002 para ejercer como profesor en la Nagoya College of Music —y ahora también en la Daido University—, donde enseña composición, arreglo y producción. Kageyama dejó la música al cabo de un tiempo por no encontrar satisfacción, pero volvió a ella recientemente al conocer el aprecio que se tiene hacia su obra. Morota se marchó a Konami en 1993. Hara dejó Sun Denshi y falleció trágicamente de una enfermedad en 1995.