Siempre decimos que el flujo de compositores entre distintas disciplinas audiovisuales no solo es algo común sino que se ha dado desde siempre, casi desde los orígenes de los videojuegos. Y lo mismo ocurre con las bandas sonoras orquestales, que tampoco son algo nuevo en este medio… pero sería gracias a casos como el que veremos hoy —que reúnen ambos requisitos— por lo que se instauraron.
Y es que ha llegado el momento de hablar de Bruce Broughton y su colaboración en el videojuego Heart of Darkness, que aunque a veces se considera de manera errónea la primera banda sonora con orquesta, sí que fue sin duda una de las más influyentes. Hoy hablaremos tanto de los años previos en la carrera del compositor como de su incursión con esta carismática aventura de Amazing Studio.
Al rescate de Hollywood
La carrera de Bruce Broughton como compositor se inició trabajando en la música de algunos capítulos de series exitosas de los setenta como Dallas, Hawai 5-0 o La conquista del Oeste, pasando luego a otras de la década de los ochenta como Buck Rogers in the 25th Century o la antología Cuentos asombrosos producida por Steven Spielberg con directores famosos de Hollywood. Su primera banda sonora para cine la haría a los 38 años con The Prodigal en 1983, y enseguida se haría notar con dos de las mejores obras de su carrera, las partituras para Silverado y Young Sherlock Holmes en 1985 —titulada El secreto de la pirámide en España—, esta última la cinta que le ganó la nominación al Óscar.
Aquella repercusión le llevó a otras divertidas películas como Una pandilla alucinante, Bigfoot y los Henderson y Una panda de dos en 1987 o la musical Moonwalker en 1988. Dos años después haría sus primeras colaboraciones en animación con el clásico de Los rescatadores en Cangurolandia (1990) de Disney y con otra de sus intervenciones más famosas: la banda sonora y cabecera de Tiny Toons Adventures. De hecho, esto hizo que su primer aterrizaje en un videojuego fuese en el Tiny Toons Adventures de 1991 para NES, donde Jun Funahashi, Masae Nakashima y Satoko Minami adaptaron ese mítico «We’re Tiny, We’re Toony» a los canales de la consola. Después volvió a sonar en otras adaptaciones de Konami, como la secuela Tiny Toons Adventures 2: Trouble in Wackyland o en aquel fantástico Tiny Toons Adventures: Buster’s Hidden Treasure de Mega Drive, ambos plataformas de la cosecha de 1993 que repitieron la melodía de la serie de Warner Bros.
Sinfonia of London
Sería en 1992 cuando comenzaría el proyecto que lo traería hasta los videojuegos. Éric Chahi, creador de Another World, se encontraba planeando su siguiente juego, uno que le llevaría seis duros años de concepción durante los que se grabaría la banda sonora. Chahi contactó a Bruce Broughton en 1994 por su partitura de Los rescatadores en Cangurolandia —el propio juego se inspiraba en la animación americana, para Broughton fue como hacer una película animada— y le propuso hacer la música original cuando tuvo algunas secuencias animadas en bruto sobre las que poder trabajar. En ese tiempo intercambiaron viajes entre París-Los Ángeles para enseñarle cómo progresaba el proyecto.
En enero de 1995, Bruce Broughton hizo su último viaje dirección Londres para la grabación de la banda sonora con la Sinfonia of London —la misma que le había acompañado en sus BSO de cine, responsable de legendarias grabaciones como las de Vértigo, Batman, Robocop o Stargate— a la que dirigiría con su batuta. En palabras de Érich Chahi, aquella fue una de las experiencias más inolvidables de su vida, presenciar cómo la orquesta daba vida a la música de Heart of Darkness. La grabación permaneció 3 años congelada en el tiempo hasta el lanzamiento del juego en julio de 1998.
La partitura abre con el oscuro tema principal, revestido por el leitmotiv del villano, el Señor del Mal, que va acompañando a las escenas CGI al igual que el resto de piezas orquestales. Le sigue «Andy’s Mission», el tema que oculta el motivo asociado al niño protagonista, un clímax de puro lirismo y aventura. La tuba, la marimba y el corno inglés cobran protagonismo en el resto de temas, como son «Space Island» o «Andy’s Victory». Para finalizar, la pieza «End Credits» introduce una completa suite que recoge fragmentos del resto de la banda sonora, una práctica que suele ser muy común en la composición cinematográfica.
Intrada Records, el sello filial de Walt Disney, lanzó el álbum Heart of Darkness Original Soundtrack Recording en formato enhanced CD en 1999. Además de servir para inmortalizar esta banda sonora tan importante para los videojuegos, fue el elemento que crearía la discordia, pues contiene una errata en la que se menciona que fue grabada en 1990. Esto ha llevado a que se considerara la primera de las grabaciones orquestales para videojuegos; sí sería seguramente la primera en Europa y con una orquesta de tanto renombre. Desde entonces Broughton volvería a centrarse en el medio que le vio nacer, la televisión, no volvería a colaborar en otros videojuegos y su contribución en Hollywood disminuiría para ejercer de profesor en la Universidad de California. Por eso siempre será tan importante esta banda sonora: nos dejó escuchar una última vez al mejor Bruce Broughton, haciendo todavía mayor su legado de la vieja escuela de cine.
