En los artículos solemos centrarnos en hablar de compositores, pero en ocasiones hemos cubierto nombres que han sido casi más conocidos por su labor arreglista, un tarea sumamente importante en el resultado de una banda sonora, especialmente las orquestales. Por ello no podíamos dejar sin tratar al músico de esta semana, que no solo ha compuesto grandes videojuegos sino que los ha orquestado.
Hablamos de Hayato Matsuo, uno de los músicos japoneses más interesantes, pues ha trabajado con compositores como Hitoshi Sakimoto, Masaharu Iwata o Kohei Tanaka, pero su mayor conexión fue con el maestro Koichi Sugiyama. Esta semana haremos un repaso a sus videojuegos en solitario, sus muchas colaboraciones y por supuesto su labor de arreglista y orquestador, una de sus facetas clave.
Entre el anime y los videojuegos
La carrera musical de Hayato Matsuo se inició gracias a su madre, que era profesora de piano y electone. Sus influencias se formaron entre la Yellow Magic Orchestra y Rick Wakeman para más tarde estudiar en la Tokyo University of Arts, donde se especializó en música clásica. Durante esta etapa formó el grupo de rock progresivo G-Clef, en el que contribuía con composiciones propias. En la universidad sería donde conocería a Koichi Sugiyama, el que sería su principal mentor desde ese momento, pues quiso empezar a trabajar con él tras terminar los estudios. Su primer trabajo sería arreglando partituras del maestro para la serie de Dragon Quest, lo que en España se llamaría Las aventuras de Fly (1991-92). Su participación en la obra de Toei Animation le daría además la experiencia necesaria para seguir por su cuenta, aunque sin abandonar sus enseñanzas.
Aquel mismo año 1991 Matsuo pasaría a trabajar en videojuegos realizando la versión de Mega Drive del Master of Monsters de SystemSoft, uno de sus encargos más recordados. Al escucharlo, lo que más llama la atención no es ya solo que sea una banda sonora magnífica para ser su primer juego, sino que el sonido en impresionante en un juego de la máquina de 16 bits de SEGA. Toshiba EMI editó el álbum homónimo con arreglos de sintetizador —supervisado y producido por Sugiyama— con temas brillantes como «Black Dignity», «Violet Time», «Golden Warrior» o «Into the Deep Blue Sky».
Un año después dejaría la música de Syvalion en Super Nintendo, otro hito musical de su carrera que tuvo también disco dedicado de Toshiba EMI, el Syvalion ~Super Famicom Game Music~, que incluía arreglos de «Charged With a Mission», «Hero Beyond the Morning Sun» o «Descending to Heaven». En 1993 comenzaría componer junto a Hitoshi Sakimoto en X-Kaliber 2097 —conocido en Japón como Sword Maniac— y en el fastuoso Ogre Battle: The March of the Black Queen, otro de los grandes juegos de su carrera. Ambos tuvieron CD, el primero de Toshiba y el segundo de Polystar.
En ese momento llegaría un punto de inflexión en su trayectoria al poner música al anime de Magic Knight Rayearth, basado en el manga de Clamp, lo que derivaría en su participación en otros animes como The Brave of Gold Goldran. También puso música junto a otros compositores a un juego de la saga Far East of Eden y en 1996 orquestaría el tema principal de Nights into Dreams. En 1998 dejaría además la banda sonora del título Dragon Force II de Sega Saturn junto a Kohei Tanaka, una banda sonora en la que tuvo el rol principal. Fue publicada en CD ese mismo año gracias a Pony Canyon.
1999 sería el año más prolífico de su carrera. Por un lado colaboraría en la música de Front Mission 3 junto a Koji Hayama y en Ogre Battle 64 junto a Hitoshi Sakimoto y Masaharu Iwata, ambas publicadas en CD. Por otro trabajaría de manera sucesiva en la orquestación de Shenmue y Shenmue II, sin duda uno de sus trabajos más reconocidos, pues la esencia de temas como «Shenmue ~Sedge Tree» y «Shenhua ~Sedge Flower~» está precisamente en su brillante acabado orquestal, algo que se puede apreciar muy en especial en el álbum Shenmue Orchestra Version lanzado por el sello PolyGram aquel mismo año. Además, por si fuera poco pondría música a la adaptación anime Street Fighter Alpha: The Animation.
En 2001 pasaría a componer Shiren the Wanderer GB2 de Chunsoft para Game Boy Color, al igual que años más tarde trabajaría en la versión para Nintendo DS del primer Shiren the Wanderer, una saga que había iniciado su maestro Sugiyama en la vieja Super Famicom. Después haría de orquestador de Panzer Dragoon Orta y firmaría la BSO del título de rol Homeland para GameCube, lanzado en 2005.
Un año más tarde llegarían dos de los grandes trabajos de su carrera, seguramente los más conocidos. Primero participó junto a los músicos de Basiscape liderados por Sakimoto en Final Fantasy XII, donde dejó los temas «Unrest», «Abyss», «On the Bridge of Leviathan», «Defying the Empire», «Lust for Power», «Realm of Memory» y «The Forgotten City». Además puso música a las OVA de Hellsing Ultimate, una obra muy querida que le dio a conocer entre el gran público del anime.
Después de aquello se encargaría de los arreglos de los Dragon Quest de Nintendo DS, así como de la programación musical de Dragon Quest X, la orquestación de El Shaddai: Ascension of the Metatron y la banda sonora del Shiren the Wanderer 4 para Nintendo DS y PSP. Desde aquel trabajo su implicación en videojuegos ha sido casi nula, pasando a dedicarse de lleno a la música para animación. En 2012 se hizo cargo del primer arco del anime JoJo’s Bizarre Adventure, el dedicado a Phantom Blood, y en 2018 colaboraría en el remake de la serie de Captain Tsubasa. Este año ha vuelto los videojuegos arreglando la BSO del nuevo Strangers of Paradise: Final Fantasy Origins.
