Segundas partes nunca fueron buenas. Es imposible enumerar las incontables veces que ese célebre dicho se ha hecho trizas, pero esta semana nos vamos a centrar en un título específico y su explosiva continuación, que lo superó con creces. Elevator Action fue el homenaje que Taito realizó en 1983 a las películas de espías. En esta placa encarnábamos al Agente 17, con nombre en clave "Otto", un héroe de estética sesentera cuyo objetivo era infiltrarse en un cuartel enemigo en busca de unos documentos secretos.
Armado con una pistola y un tupé, el Agente 17 debía descender a lo largo de 30 pisos atestados de agentes enemigos, perfectamente reconocibles por su atuendo de espías: traje y sombrero negros. Tras descender en tirolina sobre la azotea, al más puro estilo James Bond, debíamos utilizar sabiamente los dos botones de la máquina (uno para disparar y otro para saltar), al igual que los ascensores y escaleras mecánicas repartidos por el edificio, para resolver con éxito nuestra misión.
A pesar de su aparente simplicidad, Elevator Action desplegaba algunos conceptos geniales para su época. Empezando por el uso de los ascensores, distribuidos en algunos niveles a modo de puzle, la posibilidad de disparar sobre las luces (dejando a ciegas toda una planta), y sobre todo la mecánica de las puertas.
El concepto de entrar y salir de las puertas, fusilado sin miramientos por Namco unos cuantos años más tarde en Rolling Thunder no solo servía para escapar in extremis de un disparo enemigo. Las puertas pintadas en rojo eran nuestro objetivo principal. Ahí se ocultaban los documentos secretos que debíamos reunir antes de descender a la planta baja, donde nos esperaba nuestro flamante deportivo para darnos a la fuga.
Los ascensores también tenían su miga: podías subirte al techo aún a riesgo de morir aplastado, pero cuando estabas dentro podías manejarlos para descender, ascender o tronchar, literalmente, al pobre enemigo que estuviera debajo. Los gráficos de Elevator Action eran muy sencillotes (no olvidemos que hablamos de una placa de 1983), pero derrochaban toneladas de encanto y fueron fácilmente adaptados a los sistemas domésticos de los años 80.
La lista de conversiones domésticas de Elevator Action es bastante extensa (algo lógico, teniendo en cuenta la popularidad de la recreativa). En 1985 fue adaptado a NES (fue un clásico de los cartuchos piratas 5000 en 1), MSX y la SG-1000 a manos de la propia Taito.
En 1987 llegarían las adaptaciones a ordenadores de 8 bits (Spectrum, Amstrad CPC, MSX y Commodore 64) bajo el sello de Quicksilva, con música del mismísimo David Whittaker. Y claro está, también formó parte del catálogo de Game Boy a partir de 1991.
TDK se encargó de distribuir en Europa la entrega para Game Boy Color en el 2000 (conocida en su Japón natal como Elevator Action EX) y dos años más tarde los usuarios japoneses disfrutarían en exclusiva del encantador Elevator Action Old & New para Game Boy Advance, que incluía el juego de 1983 y una versión mejorada. La recreativa original también engrosó el repertorio de clásicos de Taito Legends en 2005, para PlayStation 2, Xbox y PC.
Más recientemente, el Agente 17 regresó de entre los muertos en 2011 para protagonizar una suerte de remake para PlayStation 3, Elevator Action Deluxe, distribuido únicamente en formato digital por Square Enix (dueña de las IP de Taito desde que adquirieron la compañía en 2005) y actualmente la placa original puede disfrutarse en PlayStation 4 gracias a los Arcade Archives de Hamster.
Viendo la cantidad de adaptaciones domésticas que tuvo, no extrañó que en 1994 Taito decidiera desempolvar la franquicia para crear una secuela. Lo que no nadie esperaba es que esta fuera tan explosiva. Elevator Action Returns es, sencillamente, uno de los juegos 2D más hermosos jamás facturados para un salón recreativo. En plena fiebre por los polígonos, Taito se sacó de la chistera un auténtica delicia para dos jugadores, que recuperaba el legado del original aunque con el volumen subido al 11.
Elevator Action Returns dejó atrás el espionaje sesentero para meternos en el pellejo de tres curtidos agentes de un equipo antiterrorista: Kart Bradfield, Edie Burret y Jad the Taff. Cada uno contaba con sus propias características físicas (velocidad, resistencia, etc) y armamento, incluyendo diversas clases de explosivos (granadas, minas) que podían accionarse pulsando a la vez los botones de salto y disparo.
Por supuesto, en esta secuela había puertas rojas. Solo que esta vez ocultaban explosivos que debíamos desactivar, en lugar de los documentos secretos del original. Y Taito se cobró "su venganza" respecto a Namco, incorporando elementos de Rolling Thunder, como las puertas azules (que daban puntos o granadas extra de manera aleatoria, con una especie de ruleta).
En la máquina original de 1983 solo podíamos disparar de pie o agachados, pero en Elevator Action Returns además era posible disparar en ángulo para matar a los enemigos situados en las plantas superiores. recoger armamento más potente de munición limitada (otra herencia de Rolling Thunder) y, por supuesto avanzábamos por los escenarios utilizando ascensores.
Los gráficos de Elevator Action Returns siguen deslumbrando hoy en día por su detalle. Desde las animaciones de los personajes hasta los espectaculares decorados. Por muchas veces que juguemos, nos seguirá maravillando el colapso del edificio de la primera fase o el tiroteo en el interior del avión de pasajeros. Por no hablar de las explosiones o esos vehículos aéreos fusilados, sin el menor rubor, de las viñetas de Akira.
Esta placa Taito F3 System tardó tres años en ser adaptada al formato doméstico, pero la espera mereció la pena. Ving lanzó una conversión "pixel perfect" para Saturn, dejando patente una vez más el potencial que tenía la consola de Sega para los juegos 2D. Por desgracia, este port jamás llegó a ser distribuido fuera de Japón, aunque los amantes de la importación no perdimos la oportunidad de hincarle el diente, a pesar de las pésimas críticas de algunos medios extranjeros, idiotizados por la fiebre poligonal.
Lo mejor es que no tendréis que desempolvar la Saturn y buscar en eBay una copia de la adaptación de Saturn, porque la recreativa fue rescatada en 2006 por Empire dentro del recopilatorio Taito Legends 2 para PlayStation 2, Xbox y PC.
Por último dos datos curiosos: en su momento llegó a desarrollarse un port del Elevator Action original para Atari 2600, aunque nunca llegó a ponerse a la venta, al menos oficialmente (acabó filtrándose con la llegada del nuevo siglo) y en 2009 Taito lanzó una recreativa de pistola basada en la saga, con el título de Elevator Action: Death Parade.
Si jugasteis al Elevator Action original seguramente habréis leído este artículo con bifocales o gafas para vista cansada, pero seguro que muchos de vosotros os dejasteis los cuartos con el maravilloso Elevator Action Returns. Square Enix siempre ha tratado el legado de Taito con cariño, así que aún albergamos la esperanza de ver algún día una nueva entrega, o al menos un port de la secuela, en los sistemas actuales. En Switch sería una absoluta delicia.
¿Llegasteis a comprar el Elevator Action Returns de importación? ¿A cuantas versiones de la recreativa de 1983 habéis jugado? Como siempre esperamos vuestros comentarios y anécdotas.