"Bueno, acabáis de jodernos". Eso es lo que dijo Pixar a los productores de Spider-Man: Un nuevo universo cuando el filme se estrenó allá en 2018. La aventura de Miles Morales en animación arrancó con muy buenas críticas y pronto se convirtió en una de las obras mejor valoradas del género de superhéroes en su totalidad, siendo la favorita incluso de cineastas como James Gunn, co-CEO de DC Studios junto a Peter Safran. "Fue bastante emocionante estar sentado en ese auditorio lleno de gente de Pixar con todos, colectivamente, con la mandíbula en el suelo", decía también Kemp Powers, director de Soul y de Un nuevo universo. Cinco años más tarde ya tenemos aquí la secuela directa de aquella obra magna de Sony y Marvel en el campo de animación: Spider-Man: Cruzando el Multiverso.
Sony y Marvel vuelven a dar en el clavo con su historia de animación de Miles Morales
En un instante donde la industria está colapsada por el género de superhéroes, y por el trepamuros en particular, ¿merece la pena devorar otras dos horas y pico de historia sobre las aventuras y desventuras de Miles Morales, Peter Parker y compañía? Aunque hayan pasado casi dos años desde el estreno de Spider-Man: No Way Home (faltan sólo seis meses para ello) todavía tenemos la sensación de que vimos hace nada y menos el largometraje de Tom Holland, Tobey Maguire y Andrew Garfield. Aquel filme de Jon Watts, que es uno de los más taquilleros de la historia a día de hoy, se describió (incluso por nuestra parte) como la aventura definitiva de Spider-Man gracias a ese factor nostalgia que implementaba a los personajes principales de anteriores sagas del lanzarredes en la rama del Sony dentro del UCM.
Pero Spider-Man: Cruzando el Multiverso ha adelantado por la izquierda a la obra de Watts dando un golpe contundente sobre la mesa. Joaquim Dos Santos, Kemp Powers y Justin Thompson se ponen las tras las cámaras para dirigir uno de los relatos más íntimos que hemos visto de Spider-Man hasta la fecha, y una de las obras más oscuras del personaje. Un nuevo universo servía para introducir a Miles Morales a la industria cinematográfica partiendo de las bases habituales que ya hemos visto en anteriores ocasiones (la típica araña radioactiva y el aprendizaje de poderes, así como aquello de 'un gran poder conlleva una gran responsabilidad'), pero el factor multiverso y la inclusión de múltiples Spider-Man hacían que el filme tuviera una índole diferente y única que le desmarcaba del resto. Obviamente la calidad de la animación fue vital, pero no nos referimos a lo técnico.
Cruzando el Multiverso presenta una situación diferente: Miles Morales está a punto de dar su salto a la etapa adulta, alejándose así de sus padres y empezando a tomar sus propias decisiones. El filme gira enormemente alrededor de la paternidad y cómo los hijos, por naturaleza, crecen y quieren abandonar el nido para volar libres y formar su hogar. Pero lo mejor es cómo se narra todo ello, porque la estructura de la película es de puro cómic: la sucesión de imágenes y actos que componen el libreto son en realidad pequeños tomos de tebeo que van explicando historietas marcando los ritmos de la cinta. De fondo se va tejiendo esa trama principal alrededor de Miles que permite que la historia avance a la par que los cineastas a cargo se gusten un poco filmando secuencias de acción que son un verdadero escándalo.
El mejor cómic que hemos visto y leído en la gran pantalla, pero tiene lastres de secuela
La calidad de la animación sigue a pies juntillas lo visto en Un nuevo universo pero se mejora aun más la fórmula hasta el punto de ser lo mejor que hemos visto del género en pantalla grande en términos técnicos. Es como ver y leer un cómic a gran escala: con sus entradillas, sus aclaraciones, cambios de iluminación y color dependiendo del escenario o de los sentimientos de los personajes, etc. Sin olvidar por supuesto esas diferencias de animación dependiendo de cada Spider-Man. La mayor sorpresa en este aspecto ha sido la Mancha, el antagonista de Miles Morales que, como cualquier otro villano, tiene como motivación final acabar con el trepamuros y con todo lo que más quiere. Los orígenes y poderes de este supervillano se representan de tal forma que son extremadamente hipnóticos y, en muchos casos, recordarán al Doctor Manhattan de Watchmen.
Aunque estemos en un momento donde Spider-Man, y el género de superhéroes en general, está generando una fatiga importante entre el público, a pesar de que siga arrasando en taquilla con cada nuevo estreno (tanto Guardianes de la Galaxia vol. 3 como Ant-Man y la Avispa: Quantumanía son ejemplos de ello, a pesar del fracaso de la segunda) Spider-Man: Cruzando el Multiverso emana un conjunto de emociones especiales que hacen que el filme se sienta un poco diferente dentro de lo que cabe. Las similitudes y conexiones con No Way Home son evidentes, puesto que hay un multiverso, varias versiones de Spider-Man y un montón de guiños y referencias que harán que a los fans se les ponga la piel de gallina. Pero su factor emocional y cómo se busca conectar al espectador de forma personal con el drama interior de Morales ayudan a que la cinta entre mejor por los ojos.
Tiene ese lastre de secuela que arrastra cualquier producto que nace a raíz del éxito de otro. Si Un nuevo universo era un bloque narrativo redondo y muy bien cerrado, con sus actos bien marcados, Cruzando el Multiverso se alinea más con la dinámica general de Marvel Studios (aun formando parte de la rama de Sony) y cojea al estar constantemente abriéndose para expandirse con más secuelas y hasta con algún que otro spinoff que se deja caer. Hay guiños y referencias para aburrir, y una cantidad de personajes representados que cuesta creer que se haya optado por el formato cinematográfico para narrar esta historia, puesto que se podría hacer una serie de televisión de varias temporadas para enfocarse en los más importantes de forma más extensa. A falta de la tercera película confirmada, estamos ante una trilogía de superhéroes a la que pocos podrán acercarse.
¿Merece realmente la pena Spider-Man: Cruzando el Multiverso?
Después de todo... ¿Merece la pena ver Spider-Man: Cruzando el Multiverso? En el caso de que no seas muy fan de Spider-Man y estés un poco cansado del género de superhéroes, esta película no es para ti. Si por el contrario eres un fan absoluto del personaje o un seguidor del género que sólo ve estrenos selectos (los más destacados), entonces esta cinta va a maravillarte. La introducción de Cruzando al Multiverso es fácilmente lo mejor que hemos visto de Spider-Man estos últimos años gracias al inmenso trabajo que se ha hecho con Spider-Gwen, su representación en pantalla y los diferentes tonos artísticos. Pasa de ser un secundario a un personaje coprotagonista en un abrir y cerrar de ojos y roba las escenas constantemente. Aunque Miles Morales sea el protagonista, Gwen es uno de los pilares indiscutibles de la obra. El problema más importante del filme, eso sí, son las caídas de ritmo que hay entre finales de su segundo acto e inicios del tercero.
Spider-Man: Cruzando el Multiverso apenas da un respiro porque, entre secuencias de acción y emocionales, estás constantemente con picos y caídas de adrenalina. Es una montaña rusa de emociones que seguro irá directa al corazón de los que tengan pequeños en casa, porque más que ahondar en cómo los hijos marchan de casa desde su perspectiva, lo hace a través de cómo los padres deben gestionar eso aceptando la situación. Dejando a un lado esos altibajos que a veces dilatan un poco la dramática de los personajes, lo nuevo de Sony y Marvel dentro del Spider-Verse debería ser de visionado obligatorio. Lo que es seguro, es que después de esto no serán pocos los que van a rejugar el Marvel's Spider-Man de Peter Parker y el Marvel's Spider-Man de Miles Morales. La película viene justo después de la presentación de Marvel's Spider-Man 2 en el PlayStation Showcase, y desde luego dan ganas de quemar la PS5 para mantenerse pegado a estos personajes.