21 de septiembre
Si el primero fue toda una sorpresa, esta secuela es sin duda una grata confirmación de que estamos ante una saga con mucho futuro. Afianzando todo lo que hizo bien la primera parte, solucionando todos sus errores, y ofreciendo acción a raudales en un enorme mundo abierto. Gamberro, irreverente, enorme, con un multijugador cooperativo para cuatro adictivo como pocos, una historia mucho más elaborada y cachonda, y en definitiva uno de los shooter más divertidos que hemos jugado nunca. Dudamos que alguien que le haya dado una oportunidad a su fórmula no se haya enganchado, una de las mejores sagas creadas en esta generación.