Lanzamiento: diciembre
Por renovar el mundo de Azeroth.
World of Warcraft abrió los juegos de rol masivos online a millones de jugadores, y también a varias decenas de compañías que se lanzaron a intentar captar a ese público nuevo para sus diferentes apuestas de juego masivo online, casi todas ellas finalmente fracasadas, o lejos de las expectativas. Con más de 12 millones de usuarios registrados en todo el mundo, pagando religiosamente su cuota mensual, el único rival de WOW es, desde hace años, él mismo.
Con Cataclysm, Blizzard ha intentado, y conseguido, renovar el mundo de World of Warcraft de arriba a abajo, con la excusa de un dragón durmiente, Deathwing, que despierta y provoca un gran cataclismo en Azeroth. El nuevo mundo no solo es visualmente diferente, también incluye considerables cambios orientados hacia los nuevos jugadores, hacia los veteranos que lo dejaron en su momento y, por supuesto, hacia los leales seguidores del juego. Unos cambios que se resumen en un sistema de habilidades más ordenado y coherente, un sistema de aventuras renovado y vinculado a una historia narrada cinemáticamente, y novedades en el combate, aparte de un rediseño visual. Más que una simple expansión, una renovación necesaria y muy bien ejecutada.