La sexta temporada de The Chosen no solo será la más intensa emocionalmente por abordar la pasión y crucifixión de Jesucristo, sino que además establecerá una inesperada conexión con una de las películas más polémicas y poderosas de las últimas décadas: La pasión de Cristo de Mel Gibson. Ambas producciones han elegido el mismo escenario para representar los últimos días del Mesías: la ciudad italiana de Matera.
Jerusalén será una ciudad italiana
Lejos de Jerusalén, Matera se ha consolidado en el cine como un lugar sagrado por excelencia. Sus casas excavadas en la roca y su silueta irregular evocan una atmósfera bíblica sin necesidad de decorados artificiales. Mel Gibson ya lo supo en 2004, cuando rodó en sus colinas las escenas más crudas y simbólicas de su film. Ahora, Dallas Jenkins, creador de The Chosen, repite esa elección no por emulación, sino por lógica narrativa y cinematográfica: “Matera es uno de los pocos lugares del mundo con un horizonte idóneo para esta época histórica”, ha declarado.
Las semejanzas, sin embargo, van más allá del paisaje. Tanto Gibson como Jenkins han apostado por una representación dura y directa de la pasión, aunque desde ángulos muy distintos. Mientras La pasión de Cristo impactó por su brutalidad, al borde del gore y con claras referencias visuales al martirio físico, The Chosen apuesta por una mirada más íntima y emocional, más centrada en el vínculo entre los discípulos y su maestro que en la violencia en sí. De hecho, Jonathan Roumie, el actor protagonista, advierte que esta próxima temporada, la representación de la pasión y la crucifixión va a ser devastadora emocionalmente para la audiencia.
Si The Chosen logra ofrecer una mirada alternativa a la que dejó Gibson, más coral y menos centrada en el sufrimiento explícito, puede que consiga resignificar un lugar ya cargado de simbolismo cinematográfico y religioso.















