Cuando Stephen King alza la voz para recomendar una película de terror, los fans del género escuchan. El maestro de Maine, responsable de convertir lo cotidiano en pesadilla, ha elogiado públicamente Together, un inquietante debut en el body horror dirigido por Michael Shanks que ya está cosechando excelentes críticas en su estreno en Estados Unidos. “Valiente” y “emocionalmente potente”, dijo King en la red social X. Y, como suele ocurrir, su radar no ha fallado: la cinta arranca su carrera comercial con un 90% de aprobación en Rotten Tomatoes.
Body horror del bueno
La historia gira en torno a Tim y Millie, una pareja al borde de la ruptura que intenta reconstruir su relación aislándose en una casa rural. Pero el nuevo comienzo toma un giro siniestro al descubrir una cueva con propiedades sobrenaturales. Tras beber su agua, ambos sufren mutaciones físicas y psíquicas que exponen su dependencia tóxica. Lo que comienza como un drama íntimo se convierte pronto en una alegoría retorcida sobre el amor disfuncional, con ecos de La Mosca o Possession, aunque con una voz propia.
El reparto lo lideran Dave Franco y Alison Brie —pareja en la vida real—, cuya química y entrega actoral son clave para que la película funcione emocionalmente. “Las películas de terror solo funcionan si te importa la gente”, escribió King. “Y esta lo logra”. Su comentario ha sido replicado por miles de fans y ha servido como trampolín promocional para un título que, sin grandes artificios, se atreve a hablar del miedo desde lo humano: el miedo a no saber vivir sin el otro.
Dave Franco and Alison Brie are great--and brave--in TOGETHER. Horror movies work when you care about the people. This one works.
— Stephen King (@StephenKing) August 4, 2025
Together es también una prueba de fuego para su director, Michael Shanks, que da el salto desde el cortometraje al largometraje con una estética sobria y una dirección que apuesta por el crescendo emocional antes que por el susto fácil. La película llega en un momento especialmente fértil para el horror indie, donde títulos como Hereditary o Speak No Evil han demostrado que el verdadero terror no siempre requiere monstruos externos, sino que se alimenta de nuestras fracturas internas.















