Los soldados clon de Star Wars, con permiso de los icónicos soldados de asalto vistos en la trilogía original de películas de George Lucas por primera vez, se podrían considerar los soldados más populares de la franquicia. Estos soldados fueron las principales unidades militares de la República Galáctica durante las Guerras Clon, llamadas así en honor a ellos, y estuvieron muy presentes por esto mismo en las películas precuelas de la saga.
Palpatine utilizó y manipuló a los clones en las precuelas para alzarse con el poder, exterminar a los Jedi durante la brutal Orden 66 y crear su famoso Imperio, pero... ¿Qué fue tras estos hechos de los soldados clon? ¿Qué les ocurrió durante los años del Imperio? Y, más allá... ¿Qué les pasó tras la caída de Palpatine y el surgimiento de la Primera Orden?
¿Qué les pasó a los soldados clon de las precuelas tras la creación del Imperio Galáctico?
Una vez Palpatine se salió con la suya y se convirtió definitivamente en el Emperador de la galaxia, con Darth Vader a su lado, muchos de los soldados clon de las precuelas se convirtieron directamente en soldados de asalto. No obstante, algo que no se ha llegado a explicar del todo (al menos en las películas principales), es que muchos de estos soldados fueron directamente reemplazados por humanos o acabaron muriendo.
La realidad es que los clones no tenían una larga vida. Estos fueron creados a partir de ADN modificado de Jango Fett, y su genoma estaba hecho para envejecer aproximadamente el doble de rápido que un humano normal y corriente, tal y como le explicaba el kaminoano Lama Su a Obi-Wan Kenobi en el 'Episodio II: El ataque de los clones'.
Por lo tanto, los clones sufrían una aceleración de crecimiento. Se desconoce cuándo se produjo exactamente el último lote de soldados clon, pero las instalaciones de clonación de Kamino se destruyeron en el 19 ABY, mientras que el Imperio se disolvió oficialmente en el 5 DBY. Durante ese periodo, es fácil entender que los clones más longevos habrían envejecido rápidamente y muchos perderían capacidades físicas para ejercer su labor.
Muchos de los clones supervivientes no tardaron en ser relegados a tareas menores, o incluso sufrieron el abandono médico y fueron víctimas de la obsolescencia tecnológica. Otros, tuvieron una vida diferente. En 'Star Wars Rebels', por ejemplo, se llega a contar la historia de algunos clones como Rex, Wolffe o Gregor, quienes desertaron del Imperio y llevaron una vida aislada (Rex incluso luchó junto a la Rebelión en la batalla de Endor).
La serie de 'Star Wars: La remesa mala' también ahonda en un grupo de clones, la Fuerza Clon 99, que resisten a la Orden 66 y huyen del Imperio. Incluso en la serie de 'Obi-Wan Kenobi' hay un cameo de un clon veterano caído en desgracia. Pero en definitiva, como decimos, la mayoría de clones o murieron debido a su envejecimiento acelerado o perecieron luchando, ya que estaban hechos para llevar un estilo de vida duro.
¿Quedó algún soldado clon con vida para ver el surgimiento de la Primera Orden?
A menudo se ha pensado que todos los clones se extinguieron para cuando Palpatine fue derrotado y llegaron las películas de la trilogía secuela. Esto es cierto, excepto por un caso en particular. Que se sepa, dentro del canon oficial de Star Wars al menos un soldado clon llegó a sobrevivir el tiempo suficiente como para ver la caída del Imperio y el surgimiento de la Primera Orden.
En la serie animada 'Star Wars: The Clone Wars' se presenta la historia de Kix, un médico clon que sirvió bajo el mando del Capitán Rex en la Legión 501. Más tarde, en la antología de relatos cortos publicada en 2015 titulados "Star Wars: The Crimson Corsair and the Lost Treasure of Count Dooku", escrita por Landry Q. Walker, se explica cómo Kix llegó a vivir tanto tiempo como para ver caer el Imperio.
Durante las Guerras Clon, Kix tenía acceso a información confidencial sobre los chips inhibidores implantados en los clones. Investigando casos de comportamientos extraños entre sus compañeros, comenzó a sospechar que todo se trataba de un plan secreto para controlar a los clones. Este plan no era otro que la Orden 66 de Palpatine. Sin embargo, antes de poder alertar a la República, Kix fue capturado por las fuerzas separatistas por orden del conde Dooku.
Los separatistas introdujeron a Kix en animación suspendida dentro de una cápsula de estasis, pero antes de poder entregárselo a Dooku, fueron atacados por la República y realizaron un arriesgado salto al hiperespacio para escapar. La nave en la que estaba Kix acabó estrellándose en el planeta desértico de Ponemah, y allí permaneció el clon por más de 50 años congelado en el tiempo.
Tras el paso de aquellas décadas, y ya con la Primera Orden en pie, Kix fue descubierto por Sidon Ithano, un capitán pirata también conocido como el Corsario Carmesí (quien aparece brevemente en el 'Episodio VII: El despertar de la Fuerza'). Kix despertó y descubrió todo lo que había pasado y, a pesar del shock inicial, optó por unirse a la tripulación de Sidon para formar parte de su banda de piratas y vivir con ellos el tiempo que todavía le quedase.
El caso de Kix es absolutamente insólito y representa el único soldado clon del que se tenga constancia para la época de la Primera Orden. Todos los demás, como es de esperar, habían ya fallecido para entonces y eran tan solo un recuerdo lejano del pasado de la galaxia.
