Cuando escuchó que Hacienda podía deberle dinero por las cotizaciones realizadas en los primeros años de su carrera en banca, Rafael Borrella Román, cacereño y hoy jubilado de 73 años, no dudó. En 2019 pidió a su abogada de confianza, María de los Ángeles Moresco, que iniciara la reclamación. Lo que comenzó como una cuestión de “ética y amor propio” terminó convirtiéndose en una sentencia del Tribunal Supremo que ha abierto la puerta a devoluciones masivas de IRPF para antiguos mutualistas en toda España.
Borrella, que trabajó “desde los 13 años” y se abrió camino desde botones hasta cargos de responsabilidad en el sector, ya había tenido varios desencuentros con la Agencia Tributaria, según recoge Eldiario.es. La clave estaba en la doble imposición sufrida por quienes cotizaron a mutualidades hasta 1979, ya que esas aportaciones no pudieron deducirse como sí sucedió después con las cotizaciones a la Seguridad Social. El caso, recuerda su abogada, era un auténtico “David contra Goliat”, con la Administración Tributaria como adversario.
Del caso personal al precedente
La batalla fue larga. Tras el rechazo de Hacienda y del Tribunal Económico-Administrativo Regional de Extremadura, el caso llegó al TSJ de Extremadura, que en 2021 dio la razón a Rafael. La Abogacía del Estado recurrió al Tribunal Supremo, pero en 2023 la sentencia quedó firme: se había producido doble imposición y correspondía devolución. “Me devolvieron bastante dinero, pero no era por eso. Era de justicia”, explica el jubilado.
El impacto de aquella decisión superó cualquier expectativa: más de dos millones de pensionistas de distintas mutualidades podían reclamar lo mismo. CCOO elevó incluso la cifra a cuatro millones de beneficiarios potenciales. La abogada Moresco reconoce que ha sido “la sentencia más importante” de su carrera y destaca la determinación de su cliente: “Si Rafael no hubiera insistido, no habríamos llegado hasta aquí. No titubeó nunca”.
Del Supremo a los contribuyentes
El proceso no fue sencillo. Hacienda habilitó un procedimiento en 2024, lo suspendió meses después y lo retomó en 2025 tras fuertes protestas de sindicatos y asociaciones de pensionistas. Ahora, las devoluciones llegan en un único pago con intereses de demora, y cientos de miles de jubilados están recibiendo lo que la Justicia les reconoce. Para muchos, personas mayores y con recursos limitados, supone un ingreso inesperado que ha aliviado economías familiares muy ajustadas.
Borrella, sin embargo, mantiene un perfil bajo. Reconoce haber ayudado incluso a antiguos compañeros a tramitar sus devoluciones en Hacienda, aunque rehúye protagonismos. “No necesito agradecimientos”, asegura, aunque admite cierta molestia al ver a otros intentar “colgarse la medalla” de un logro que él inició casi en solitario. Hoy, su nombre queda ligado a una victoria judicial histórica, demostrando que la tenacidad de un ciudadano puede corregir una injusticia que afectaba a millones.
