Tras la muerte del Papa Francisco, la Iglesia Católica entra en uno de sus momentos más solemnes y misteriosos: la espera del Cónclave. Este proceso, envuelto en siglos de tradición y simbolismo, no puede iniciarse hasta transcurridos al menos quince días desde el fallecimiento del Pontífice.
A partir de entonces, los cardenales menores de 80 años se encierran en la Capilla Sixtina y votan, en secreto, hasta alcanzar la mayoría de dos tercios que consagrará al nuevo Papa. Cuando eso sucede, el mundo lo sabrá por la aparición de la llamada fumata blanca.
Revolución en Roma: la IA se adelanta al cónclave y da nombre al próximo Papa
Pero mientras Roma se prepara para esta ceremonia de clausura espiritual y política, las especulaciones hierven y muchos recurren al cine o las series para intentar acertar en sus pronósticos. Y como si el Vaticano hubiese caído también bajo el influjo de los algoritmos, la inteligencia artificial ha entrado en escena.
Según ChatGPT, el cardenal filipino Luis Antonio Tagle encabeza las predicciones. Su cercanía doctrinal al Papa Francisco, su papel como Prefecto del Dicasterio para la Evangelización y su perfil global lo convierten en un candidato fuerte. Su edad —67 años— lo sitúa en un punto ideal para un pontificado duradero.
Sin embargo, Grok, otra IA, se muestra más prudente. Advierte que cualquier predicción es, en última instancia, conjetural. Aun así, apunta al cardenal italiano Pietro Parolin como favorito. Actual secretario de Estado del Vaticano, Parolin posee un perfil diplomático y multilingüe, moderado, capaz de tejer puentes entre las alas progresista y conservadora de la Iglesia.
Tagle, Parolin y también Matteo Zuppi (Italia, 69 años) aparecen en este curioso podio digital. Pero el cónclave, como el Espíritu Santo, sopla donde quiere. Ni siquiera la IA puede saber con certeza a quién elegirá el Colegio Cardenalicio cuando llegue el momento de cerrar las puertas y dejar que el humo decida.
