No es ciencia ficción. Ni una sola ventanilla. Un fuselaje que parece esculpido por algoritmos aerodinámicos. Y una promesa: revolucionar la aviación ejecutiva tal como la conocemos. Otto Aviation, la firma responsable del experimental Celera 500L, ha presentado su nuevo gran proyecto: el Phantom 3500, un jet privado que apuesta por romper con todo lo establecido.
El jet sin ventanas que quiere cambiarlo todo: así es el Phantom 3500 de Otto Aviation
El diseño no es solo llamativo: está pensado para volar más lejos, consumir menos y operar con mayor flexibilidad que cualquier otro modelo comparable. ¿La clave? El flujo laminar. Otto ha diseñado cada superficie del avión para que el aire fluya de forma controlada, reduciendo la fricción y mejorando la eficiencia en vuelo. Según sus cifras, el Phantom 3500 podría consumir apenas 435 litros por hora, una cifra muy por debajo de la media del sector, donde modelos como el Challenger 350 superan los 1100 litros.

Este enfoque técnico se traduce en una autonomía estimada de 6482 km y una altitud de crucero de 51.000 pies. Además, su ala de gran superficie permitiría operar desde pistas más cortas, algo especialmente valioso para vuelos a aeródromos secundarios o en zonas remotas.

Otro aspecto rompedor: la cabina no tiene ventanas. En su lugar, Otto introduce un sistema de pantallas de alta definición llamado Super Natural Vision, que muestra en tiempo real el exterior. La idea es ofrecer una experiencia envolvente y, a la vez, simplificar la estructura del avión. Eliminar ventanillas hace que el fuselaje sea más resistente y económico de producir, aunque algunos usuarios podrían extrañar la vista real durante el vuelo.
El Phantom 3500 también podría tener aplicaciones más allá del lujo privado. Otto ha colaborado previamente con DARPA, y el diseño tiene potencial para misiones logísticas o militares. Autonomía elevada, consumo mínimo y capacidad para despegar desde pistas cortas son características codiciadas por ciertas agencias.
Actualmente, Otto trabaja con la FAA para certificar el modelo. Su CEO, Paul Touw, ha apuntado que el primer vuelo podría tener lugar en 2027, con vistas a una entrada en servicio a principios de la próxima década. Con herramientas de simulación avanzadas y una base tecnológica consolidada, Otto no parte de cero. Si todo va según lo previsto, el Phantom 3500 podría inaugurar una nueva era en la aviación privada.