China no deja de sorprendernos. Tras presentar sus nuevos cazas invisibles y seguir haciendo énfasis en su maquinaria de ingeniería, el país asiático sigue mirando al futuro.
En el corazón de Mongolia Interior, donde la minería a cielo abierto marca el pulso económico de la región, algo ha cambiado para siempre. Ya no hay conductores al volante, ni motores diésel escupiendo humo: ahora, en la mina de Yimin, se despliega una sinfonía automatizada protagonizada por una flota de 100 camiones eléctricos sin conductor, operando de forma ininterrumpida las 24 horas del día. En China, tras revolucionar la industria militar, piensan cambiarlo todo.
China deja atrás la ciencia ficción: sus camiones autónomos anuncian una nueva era industrial
La hazaña no es menor: el proyecto, liderado por Huawei y el grupo estatal Huaneng, supone el mayor despliegue de vehículos autónomos eléctricos en una mina de China hasta la fecha. Una transformación de corte casi futurista que ha convertido a estos mastodontes rodantes en “camiones fantasma”, capaces de cargar y descargar sin intervención humana bajo cualquier condición meteorológica.
Según informa el medio especializado Xataka, cada uno de estos colosos está equipado con lo último en tecnología: conectividad 5G-Advanced (5.5G), inteligencia artificial, sensores de mapeo de alta precisión, procesamiento en la nube y un sistema de navegación autónoma con latencia ultrabaja. Todo ello orquestado en tiempo real, como si fuera un videojuego de estrategia, pero con millones de toneladas de carbón como recompensa tangible.
La flota, bautizada como Huaneng Ruichi, forma parte de una ambiciosa estrategia a largo plazo que apunta alto: desplegar 300 camiones autónomos en los próximos tres años. Si lo consiguen, consolidarían a China como líder absoluto en la automatización minera. De hecho, según datos oficiales, el país ya cuenta con cerca de 5000 vehículos sin conductor operando en entornos mineros, y se espera que esa cifra se duplique de aquí a 2026.
En China, la mina de Yimin es solo una muestra de un proyecto mucho más ambicioso. A unos cientos de kilómetros, en Zaha Naoer, opera una flota de 135 camiones autónomos de largo alcance gestionados desde un centro de mando en la nube, que toma decisiones en milisegundos gracias a redes 4G y 5G. Desde su puesta en marcha en 2024 por China Power Investment, el sistema ha recorrido más de 770.000 kilómetros y desplazado millones de metros cúbicos de material.
A diferencia del modelo de Huawei y Huaneng, esta red combina múltiples tecnologías, lo que exige una interoperabilidad más compleja. Aun así, el resultado impresiona: se han retirado 325 conductores de las cabinas, con un ahorro mensual de cuatro millones de yuanes. Más allá de la eficiencia, destaca el factor humano: se han reducido riesgos laborales en un entorno extremo. Mientras el mundo debate, China ya circula hacia el futuro con sus camiones fantasma.















