Will Smith ha dejado atónitos a sus fans —y a buena parte de la industria— al revelar cuál considera la mejor película de su trayectoria. Ni los taquillazos que lo lanzaron al estrellato mundial como Independence Day, ni sus papeles más icónicos como Men in Black o Soy Leyenda, ni siquiera el filme que le valió su primer y único Óscar, El método Williams.
Según el propio actor, su mejor trabajo está en En busca de la felicidad, el drama dirigido por Gabriele Muccino en 2006 que protagonizó junto a su hijo Jaden Smith.
Un filme junto a su hijo
“He hecho películas con mejores efectos, más acción o más éxito comercial, pero en conjunto —por dirección, música, fotografía y lo que transmite— ninguna como En busca de la felicidad”, declaraba Smith en una entrevista para IndieWire. El actor explicó que, si tuviera que escoger solo cuatro películas para meter en una cápsula del tiempo, elegiría esa en primer lugar, seguida de Men in Black, Soy Leyenda y El método Williams. Una selección que prioriza el corazón por encima del espectáculo.
La cinta elegida por Smith narra la historia real de Chris Gardner, un hombre que pasó de vivir en la calle con su hijo pequeño a convertirse en un exitoso corredor de bolsa. La crudeza emocional de la película, combinada con una interpretación sobria y conmovedora de Smith, le valió una nominación al Oscar en 2007 y sigue siendo una de las películas más valoradas de su carrera. En portales como IMDb roza el 8, y en FilmAffinity supera el 7,4, aunque su puntuación crítica en Rotten Tomatoes (6,7) es algo más contenida.

Curiosamente, no fue la más divertida de rodar. Smith ha confesado que los proyectos que más disfrutó durante su filmación fueron Bad Boys, Dos policías rebeldes y Aladdin, todos con un tono mucho más ligero. Aun así, la experiencia de compartir escena con su hijo en En busca de la felicidad y de representar una historia real de superación personal parece haber dejado una huella más profunda en el actor que cualquier superproducción.