Con el lanzamiento del primer adelanto en forma de tráiler de la temporada 2 de Miércoles, Netflix no solo calienta motores para uno de sus mayores éxitos, también reaviva un viejo debate: ¿atracón o entrega por capítulos? O mejor dicho, ¿qué sentido tiene hoy dividir temporadas en varias partes?
Miércoles parte su temporada 2: Netflix insiste en su estrategia más polémica
Aunque la plataforma popularizó el binge-watching, ese modelo que nos permitía devorar temporadas enteras en una noche, lleva tiempo inclinándose por una tercera vía: fraccionar sus grandes apuestas en el formato series en varios lanzamientos postergados en el tiempo. Una estrategia que busca prolongar la conversación en redes y la duración de la suscripción.

La segunda temporada de Miércoles, protagonizada por Jenna Ortega, llegará dividida en dos bloques: el primero se estrenará el 6 de agosto y el segundo, el 3 de septiembre. Un mes de diferencia que, aunque breve, es suficiente para generar cierta frustración entre los fans que preferirían verla del tirón.
No es un caso aislado. Stranger Things ya lo hizo con su cuarta temporada, y lo repetirá en su cierre, esperando gran éxito y seguimiento. Cobra Kai, The Witcher o Los Bridgerton también han seguido este camino. Incluso El juego del calamar, con su peculiar numeración de temporadas, juega a dividir sus episodios de forma artificial y extraña, pero sin decirlo abiertamente.
El problema no es nuevo: la televisión tradicional lleva décadas usando parones de media temporada. Pero en Netflix, donde no hay justificación industrial como los descansos navideños o las pausas de producción, la decisión se percibe más como una jugada comercial que como una necesidad narrativa. Para Netflix, cada semana extra de suscripción cuenta. Y dividir temporadas garantiza más tiempo de permanencia del usuario. Pero para muchos espectadores, esto rompe el ritmo, arruina maratones y multiplica el riesgo de spoilers.
Miércoles es solo la última en sumarse a una estrategia que cada vez genera más críticas. Y lo peor es que parece haber llegado para quedarse.