Que Netflix dio la campanada con El juego del calamar es un eufemismo muy generoso. Su segunda temporada ha sido un éxito aplastante y son millones de personas las que esperan el estreno de la tercera este mismo verano. Pero hay que hacer tiempo mientras llega lo que se ha prometido será un desenlace brutal e impredecible y tenemos unas cuantas recomendaciones de películas y series coreanas para los que queráis ver más de este particular mundo.
Ojo, no nos vamos a centrar en contenido similar a El juego del calamar tipo la serie japonesa Alice in Borderland, inspirada en el manga del mismo nombre (y que contará con una tercera y última temporada este mismo año). Al menos no en el sentido de los juegos, pero sí en cuanto a las críticas sociales y al sistema de clases tan injusto muchas veces.
El Caballero Negro (Netflix)
Empezamos con una para los fans de Death Stranding, que son más de 16 millones. Su planteamiento básico juega con una premisa similar en la que solamente el 1% de la población sigue con vida y debe hacerlo recluida en sus casas por la toxicidad del aire. En este escenario, los mensajeros juegan un papel fundamental. Se adentran en el erial que es el mundo para llevar pedidos, entre ellos valioso oxígeno a donde sea necesario. Pero en este entorno a lo Mad Max no faltan bandidos que intentarán enfrentarse a ellos.

La serie ofrece drama, conspiraciones y acción mientras explora cómo vive una sociedad en la que la escalera social está más bien rota. Si naces pobre, lo más seguro es que vayas a morir pobre. Quizás puedas alistarte en el ejército y escalar un poco, pero no cuentes con golpes de suerte que te permitan contar con algunos lujos de los que solamente goza la clase más alta.
Parásitos (Amazon Prime Video)
No se puede hacer una lista de películas y series coreanas sin mencionar Parásitos, ganadora al Óscar como mejor película extranjera. La cinta nos presenta a una familia de clase baja que, por una casualidad, consigue que su hijo mayor empiece a trabajar para una familia adinerada. Entonces urdirán un plan para que todos puedan conseguir un puesto en la casa, preparando sus propios y particulares "juegos" para colocarse desempeñando distintos trabajos mientras saborean la riqueza.

Esta película es una clara crítica a las luchas sociales, la meritocracia y la cultura del esfuerzo. Cuenta con más de una sorpresa a lo largo de su metraje y más de un momento que deja claro cómo ni ser pobre y trabajador te convierte en honrado, ni ser rico es algo que a lo mejor merezcas.
The 8 Show (Netflix)
Aunque esta serie se estrenó tras El juego del calamar, se concibió bastante antes. La premisa es más o menos parecida: un grupo de personas acceden a participar en un juego en el que cada uno vive en un piso en una planta diferente. En función de cómo de alto estén, reciben dinero por cada minuto que pasen. Sin embargo, hay varios problemas: para empezar, deben comprar bienes básicos. Incluso una sábana para dormir cuesta dinero y evidentemente, cuanto más abajo estés, más caro te parece todo.

Para poder quedarse más tiempo, tienen que entretener a su público, que puede verles por internet. Pero no hay juegos: tienen que buscarse la vida (también consiguen tiempo al subir las escaleras, pero no es tan efectivo) y terminan planteando un concurso de talentos. En una metáfora sobre las ventajas que puedes tener sin esfuerzo tan sutil como una pedrada en la cabeza, esta serie tiene momentos realmente incómodos en los que se ilustra cómo el dinero lo puede todo.
El plan del diablo (Netflix)
Posiblemente sea uno de los que más descaradamente se inspiró en El juego del calamar, pero sí que es un producto con un cambio fundamental: es un reality a lo Gran Hermano con desafíos que los concursantes deben superar hasta que uno se alce con la victoria y consiga un premio en metálico.

Entre los gimmicks de este programa figuran las piezas que se pueden conseguir como premio y sirven como moneda de cambio con otros jugadores o para conseguir ventajas, una cárcel donde los peores participantes deben pasar la noche y pruebas bastante complejas. Evidentemente, es de esperar que parte esté guionizado y lógicamente no se mata a nadie, pero es una propuesta algo distinta.
Pachinko (Apple TV)
Un poco distinto, pero también hay juego y dinero de por medio. En esta ocasión, esta serie con dos temporadas ha cosechado un gran éxito de crítica y público. Pachinko nos cuenta la historia de cuatro generaciones de una familia coreana que emigra a Japón, cubriendo de 1915 a 1989.

La serie explora el racismo hacia los inmigrantes coreanos llegados a Japón y los problemas con el dinero solucionados mediante el juego. En un momento dado, la familia conseguirá montar un exitoso negocio de pachinko (un popular juego japonés tipo tragaperras) en el que se asentará su fortuna durante muchos años. Aunque desde luego, no todo será tan sencillo.