Hace unas semanas os hablamos de 'El primer matrimonio de Georgie y Mandy' y lo bien que funcionó la serie durante sus tres primeros episodios emitidos en España. Después de la publicación del sexto capítulo en Max, el spinoff protagonizado por Chuck Lorre, Steve Holland y Steven Molaro ha acabado de confirmar lo que sospechábamos: Sheldon no solamente es prescindible, sino que hasta ahora limitaba el verdadero potencial de este universo de comedia.
La nueva serie de 'The Big Bang Theory' sigue mejorando y acaba de confirmar las sospechas: Sheldon era un problema
'Georgie y Mandy' nace como una secuela de 'El joven Sheldon' con los personajes de Montana Jordan y Emily Osment como ejes centrales de la trama. La serie aborda el salto a la vida adulta de ambos con un bebé de por medio, teniendo que vivir en casa de los padres de Mandy para sobrevivir mientras, por el camino, intentan mantener su relación a flote.

Manteniendo a viejas estrellas como Annie Potts, Raegan Revord y Zoe Perry, la ficción se las ingenia para dar un giro abismal a su planteamiento y desarrollo, cambiando a Sheldon por una esencia noventera que funciona a las mil maravillas entre el nuevo reparto. El sexto episodio de la serie es la demostración definitiva de que, el personaje interpretado por Jim Parsons e Ian Armitage era, cuanto menos, limitante.
'The Big Bang Theory' contó con un interesante abanico de protagonistas, y aunque con el tiempo el relato fue virando para centrarse en parejas como Penny y Leonard, Sheldon era generalmente el motor de la acción, eclipsando al resto hasta tal punto que Jim Parsons marcó el final de la serie al anunciar su marcha de la ficción.

Chuck Lorre no iba a seguir adelante sin su científico favorito, y aunque 'El joven Sheldon' fue una buena excusa para seguir ahondando en ese complejo personaje, 'Georgie y Mandy' ha acabado de destilar la visión del creativo perfeccionando determinados elementos y expandiéndose. La secuela de la obra estrenada en 2017 plantea situaciones mundanas y diversas devolviendo a los hogares del mundo a esa era donde se enchufaba el televisor para reírse de los dramas y desgracias de otros en la ficción.
Sheldon, de un modo u otro, marcaba los límites del guion para que todo girase a su alrededor, yendo siempre a las mismas resoluciones y problemáticas con reiteraciones de gags y chistes que fatigaban el conjunto. Aquí, el conjunto de personajes tiene su propio espacio y eso se agradece. De momento, 'Georgie y Mandy' va por un rumbo muy diferente y sube las expectaciones para esa otra serie de 'The Big Bang Theory' que está en camino con el personaje de Stuart como protagonista.