La Royal Navy británica ha lanzado uno de sus despliegues más ambiciosos en años: el portaaviones HMS Prince of Wales, considerado la "Estrella de la Muerte" naval del Reino Unido, ha zarpado para participar en la Operación Highmast. Acompañado por el destructor HMS Dauntless, la fragata HMS Richmond y un submarino de la clase Astute, el buque insignia de 65.000 toneladas simboliza la modernización militar británica y su renovado compromiso con la defensa multinacional.
Albergará hasta 4.500 soldados
Más de 2.500 efectivos —provenientes del Reino Unido, Noruega, Canadá y España— forman parte de la primera fase del despliegue, que se ampliará hasta 4.500 soldados durante la travesía hacia el Indo-Pacífico. El HMS Prince of Wales no solo es uno de los portaaviones más grandes del mundo, sino también uno de los más avanzados tecnológicamente. Equipado con 18 cazas F-35B Lightning de quinta generación —una cifra que se incrementará a 24 durante la misión—, el portaaviones refuerza la capacidad de proyección aérea británica.
Estos cazas, conocidos por su capacidad de despegue y aterrizaje vertical, han sido una pieza central del programa de defensa "Lightning" del Reino Unido, tal como destacó el capitán de grupo John Butcher, quien calificó esta operación como "un hito clave" para la preparación táctica de la Royal Navy en entornos de alta exigencia. La Operación Highmast busca consolidar alianzas estratégicas en un contexto internacional cada vez más volátil.
También tendrá una finalidad diplomática
Según declaraciones de la Royal Air Force (RAF), el despliegue no solo tiene objetivos militares, sino que también pretende reforzar vínculos diplomáticos a través de ejercicios conjuntos como el Talisman Sabre, organizado por Australia, en el que participan 19 naciones. La estrategia británica sigue las recomendaciones del informe "Global Britain in a Competitive Age" publicado por el Gobierno en 2021, que insta a una mayor presencia británica en el Indo-Pacífico como contrapeso al ascenso de China.
Para el secretario de Defensa, John Healey, la misión representa una “oportunidad única” tanto para el fortalecimiento militar como para el impulso económico. Healey subrayó que la participación en misiones internacionales de alto nivel permite al Reino Unido no solo afirmar su compromiso con la seguridad global, sino también promocionar su industria de defensa en mercados estratégicos.
Las exportaciones británicas de material militar, especialmente de tecnología naval y aeronáutica, alcanzaron los 14.000 millones de libras esterlinas en 2023, según datos del Department for Business and Trade.















