Kevin Costner no ha tenido lo que se dice un camino de rosas con Yellowstone. El western moderno conducido por Taylor Sheridan, uno de los éxitos más grandes de la televisión en Estados Unidos y que se puede ver en España en Netflix, Prime Video, SkyShowtime y Movistar Plus+, nos presenta el auge y caída de John Dutton en un mundo de asesinatos despiadados, peleas brutales y una violencia sin concesiones. Sin embargo, el verdadero desafío para Costner no vino de una escena de acción, sino de un plato con pulpo.
Kevin Costner marcó un límite firme en una polémica escena de 'Yellowstone': "¿Qué demonios está pasando aquí?"
En Yellowstone conviven personajes que trascienden la actuación tradicional para convertirse en auténticas versiones de sí mismos. Ryan Bingham, uno de los vaqueros Dutton, es un claro ejemplo: cantante country de renombre, su presencia musical aporta alma y textura a la serie, acompañando a su personaje con su guitarra en cada episodio. De forma parecida, Gabriel “Gator”, el chef que alimenta a la familia Dutton tanto en la ficción como detrás de las cámaras, aporta su toque personal al menú del rancho.
Precisamente fue uno de esos platos lo que puso a prueba a Costner durante una cena memorable en la serie. Cenar con Beth Dutton nunca es sencillo, y para Kevin Costner, en su papel de John Dutton, aquella noche se convirtió en un desafío más allá de lo habitual. Según su padre, Beth no ha terminado un desayuno desde que tenía cinco años: siempre encuentra una razón para iniciar una pelea y levantarse de la mesa antes de tiempo. En el episodio 2x03, la hija rebelde decide cambiar las reglas del juego, sustituyendo las típicas cenas a base de carnes por un menú con toques mediterráneos.
El protagonista indiscutible de la mesa es un pulpo a la brasa, con tentáculos extendidos que la cámara muestra en primer plano, como queriendo intimidar al espectador. Para un estadounidense del interior de Montana, cuyo único contacto con pulpos quizá sea la versión cinematográfica de 20.000 leguas de viaje submarino, la escena es tan extraña como impactante. Y para Costner, que según “Gator” mantiene una dieta basada principalmente en chili y perritos calientes, el plato resultó ser una auténtica pesadilla.
El actor desconocía cómo sería en realidad ese pulpo y, según el chef, su expresión durante la escena era la de un niño al que acaban de quitarle su dulce favorito. No es casualidad que, cuando John Dutton se vuelve hacia el chef y pronuncia la frase "¿Qué demonios es eso?", en realidad sea Costner quien, fuera de cámara, preguntaba incrédulo si aquel extraño ser de ocho patas era comestible. La realidad supera a la ficción.















