Elon Musk está en problemas. El 2025 se perfila como un año de reordenamiento total en el mercado del coche eléctrico europeo, y Tesla lo está pagando caro. La histórica dominadora estadounidense, que durante años se presentó como líder indiscutible del sector, ha visto cómo su prestigio se desmorona en Alemania, su principal plaza europea. Volkswagen no solo ha recuperado el control absoluto del mercado germano, sino que Opel la ha adelantado en ventas por primera vez, marcando un punto de inflexión en la batalla por el liderazgo del eléctrico en el continente.
Según los datos hasta septiembre de 2025, Tesla ocupa ahora el undécimo puesto en Alemania, con apenas 11.441 matriculaciones en los primeros ocho meses. Volkswagen supera las 68.000 unidades y Opel alcanza las 13.000, consolidando su crecimiento.
Para ponerlo en perspectiva, en España Tesla apenas ha matriculado 16.200 unidades hasta el mismo periodo, un incremento respecto a ejercicios anteriores, pero aún insuficiente frente a rivales como Volkswagen, Renault, Hyundai o BYD, que están ganando presencia de manera implacable. La comparación evidencia que incluso en mercados más pequeños, Tesla lucha por mantener relevancia.
Elon Musk ve cómo Tesla se desinfla en Europa: caen las ventas de coches eléctricos
El declive de Tesla en Alemania es abrupto: de casi 70.000 coches matriculados en 2022 a 63.682 en 2023, y apenas 37.500 en 2024. Las proyecciones para 2025 apuntan a un cierre por debajo de 15.000 unidades, lo que supondría un desplome del 80% en apenas tres años.
El retroceso se explica por varias razones: el auge de fabricantes locales como Volkswagen, con gamas eléctricas completas y competitivas; la expansión de Opel, que ha ganado unas 4.000 unidades respecto al año anterior; la falta de novedades disruptivas por parte de Tesla, cuyo Model Y es el único actualizado; y la competencia internacional con precios ajustados, especialmente de BYD y otras marcas chinas.
El propio Elon Musk también ha contribuido al bache. Sus polémicas públicas y activismo político han generado rechazo en una parte del mercado alemán, donde la conciencia ambiental es alta y la industria local goza de fuerte respaldo. La imagen de Tesla ha sufrido desgaste, y el boicot, aunque minoritario, refleja la caída de confianza en la marca. La empresa ha decidido concederle todos los poderes posibles.
En España, aunque el mercado eléctrico crece y Tesla supera los 16.000 coches, la marca estadounidense sigue lejos de los líderes locales y europeos. Volkswagen, Renault, Hyundai y BYD acaparan la atención del consumidor, mostrando que la crisis de Tesla no es solo alemana, sino continental.
Paradójicamente, la caída de Tesla se produce en un contexto de expansión histórica del coche eléctrico: Alemania superó las 250.000 unidades en los seis primeros meses de 2025, con una cuota de mercado del 17,7%, mientras España ya ronda las 110.000 unidades, con un crecimiento del 40% respecto al año anterior. La pregunta es clara: si Musk no renueva gama y comunicación, Europa, y España, podrían convertirse en un territorio cada vez más hostil para Tesla.
