Después de casi una década de caídas continuas en la tasa de natalidad, Corea del Sur podría estar viendo un punto de inflexión. Los datos más recientes muestran un aumento del 3% en los nacimientos registrados entre enero y noviembre de 2024, alcanzando los 220.094 bebés, según el informe de Statistics Korea (Kostat). Este incremento llega tras el auge de matrimonios en 2023, año en el que las parejas retomaron sus planes tras los aplazamientos causados por la pandemia de COVID-19. Sin embargo, los expertos advierten que es demasiado pronto para considerar este repunte como una tendencia sostenible.
Matrimonio y natalidad: una relación clave en la sociedad surcoreana
El vínculo entre matrimonio y natalidad en Corea del Sur es innegable. La tradición cultural del país sigue considerando el matrimonio como un requisito previo para tener hijos, lo que se refleja en el aumento del 13,5% en los matrimonios registrados durante 2023. A pesar de ello, la baja tasa de fertilidad de 0,72 hijos por mujer registrada el año pasado sigue siendo una de las más bajas del mundo, poniendo en evidencia los desafíos estructurales que enfrenta el país para revertir su crisis demográfica.
De hecho, enfrenta un escenario demográfico alarmante, con proyecciones que indican una posible reducción de su población en un 96% en solo 75 años si la baja tasa de natalidad actual persiste. Su tasa de fertilidad de 0,72 hijos por mujer, muy por debajo del umbral de reemplazo generacional de 2,1, el país se enfrenta a un futuro en el que su población, que en 2022 ascendía a 51,7 millones de personas, podría caer drásticamente a menos de dos millones para finales del siglo XXI. Este fenómeno, impulsado por el envejecimiento acelerado de la sociedad y la reticencia de las nuevas generaciones a formar familias debido a factores económicos y socioculturales, plantea desafíos sin precedentes en términos de sostenibilidad económica, mercado laboral y sistemas de bienestar social.
Medidas gubernamentales para frenar la crisis poblacional
Ante la gravedad del problema, el gobierno surcoreano ha implementado diversas iniciativas para fomentar la natalidad, desde exenciones fiscales hasta subsidios económicos. Una de las medidas más destacadas es una deducción fiscal única de 500.000 wones (aproximadamente 350 dólares) para parejas casadas entre 2024 y 2026. Sin embargo, los especialistas advierten que estos incentivos económicos por sí solos no son suficientes para cambiar la mentalidad de una población que enfrenta altos costos de vida y dificultades para conciliar la vida familiar y laboral.
A pesar de las cifras positivas, algunos analistas sugieren que el reciente incremento de nacimientos podría ser un efecto temporal provocado por la recuperación postpandemia, más que un cambio de tendencia real. Muchas parejas que postergaron su boda durante la crisis sanitaria están teniendo ahora a sus primeros hijos, lo que explicaría el repunte actual. De hecho, las estadísticas indican que el número total de nacimientos entre enero y agosto aún es un 0,4% menor al del año pasado, lo que sugiere que el problema demográfico persiste.
Más allá de la natalidad, Corea del Sur enfrenta un reto mayúsculo: el envejecimiento acelerado de su población. Actualmente, cerca del 25% de la fuerza laboral del país está compuesta por personas de 60 años o más, lo que genera preocupaciones en torno a la sostenibilidad del sistema de pensiones y la escasez de mano de obra joven. La presión sobre las políticas gubernamentales es cada vez mayor, ya que se espera que la población del país se reduzca drásticamente en las próximas décadas si no se implementan medidas efectivas a largo plazo.
