La próxima guerra se librará en los cielos. Mientras Europa y España ven su caza de sexta generación peligrar, y países como China aprietan con soluciones avanzadas como el J-36, EE.UU explora nuevas soluciones. Sí, el F-35 está ahí, pero la inteligencia artificial se ha convertido en una aliada enorme en estas lindes.
La norteamericana Shield AI ha sacudido el tablero de la defensa aérea con la presentación en Washington del X-BAT, un nuevo avión de combate VTOL -capaz de despegar y aterrizar verticalmente- que nace con una misión clara: llevar la autonomía impulsada por inteligencia artificial a un nivel que hasta hace poco sonaba a ciencia ficción. Pensado para operar desde buques, islas remotas o bases improvisadas, este cazador ultracompacto no solo puede volar acompañado de plataformas tripuladas como fiel escudero, sino actuar en solitario como un activo plenamente independiente.
El X-BAT irrumpe con fuerza: 2000 millas de alcance y un coste de ciclo de vida hasta un 60% más bajo que los rivales
En el corazón del X-BAT late Hivemind, el sistema de autonomía desarrollado por Shield AI, diseñado para tomar decisiones tácticas incluso cuando las comunicaciones fallan o son directamente imposibles. Esta pieza de software -el verdadero “piloto”- permite al aparato internarse en espacios altamente disputados, colaborar con cazas tradicionales en tiempo real y ejecutar maniobras complejas sin exigir un flujo constante de datos.
A grandes rasgos podríamos decir que no es un dron tradicional, como el que estamos acostumbrados a ver en las guerras actuales: es un agente autónomo que interpreta el entorno y responde como un compañero experimentado. Durante su presentación, Shield AI subrayó cuatro pilares que definen a la plataforma: la citada capacidad VTOL, largo alcance, versatilidad multifunción y autonomía avanzada.
Y las cifras acompañan: el X-BAT puede cubrir hasta 2000 millas náuticas con carga completa, realizar misiones de ataque, contramedidas aéreas, guerra electrónica o ISR, y todo ello con un tamaño lo bastante compacto como para que tres unidades quepan en el espacio que ocuparía un solo caza convencional en una cubierta naval. Su propulsión, probada en plataformas de clase caza, y su coste -muy por debajo del de un avión de quinta generación- lo convierten en un candidato tentador para las Fuerzas Armadas estadounidenses.
La clave, no obstante, está en su filosofía operativa. Shield AI lo concibe como un arma pensada para conflictos distribuidos y escenarios de alta intensidad, donde la resiliencia y la adaptabilidad son tan importantes como la potencia de fuego. La autonomía del X-BAT reduce su dependencia de aviones cisterna, mejora su supervivencia en tierra y refuerza su capacidad para ejecutar tácticas dinámicas frente a amenazas cambiantes.
Como explicó Armor Harris, vicepresidente de aeronaves de la compañía, “la combinación de VTOL, alcance y multifunción permite que el X-BAT proyecte poder incluso cuando otros activos no pueden hacerlo”. Un mensaje claro desde Estados Unidos: el futuro del combate aéreo se está diseñando ahora, y llega pilotado por IA.
