El combate contra el narcotráfico ha entrado en una nueva fase tecnológica. La Armada de Colombia ha incautado por primera vez en aguas del Caribe un narcosubmarino no tripulado, equipado con una terminal de Starlink y operado remotamente mediante conexión satelital. Se trata de un hallazgo inédito en América Latina, que revela hasta qué punto los grupos criminales están incorporando sistemas de control remoto y conectividad avanzada en sus operaciones de transporte de drogas y contrabando.
La embarcación semisumergible fue localizada durante una operación naval rutinaria. A diferencia de los clásicos narcosubmarinos interceptados en los últimos años, este no tenía ocupantes ni rastro de manipulación humana reciente. Su interior estaba adaptado para transportar hasta 1,5 toneladas de cocaína, según confirmó el almirante Juan Ricardo Rozo, portavoz de la Armada.
Una terminal de Starlink en el corazón del dispositivo
Durante el registro, los agentes encontraron una terminal de usuario de Starlink, el sistema de internet satelital desarrollado por SpaceX, la empresa aeroespacial de Elon Musk. Este componente habría permitido a los operadores controlar el vehículo desde tierra, sin necesidad de tripulantes a bordo y sin exposición al riesgo físico o penal de una eventual captura.
Según información citada por France 24, la conexión empleada podría pertenecer a alguno de los planes de alta capacidad de Starlink, que ofrecen hasta 2 TB de datos mensuales por unos 2.150 dólares. Aunque el coste puede parecer elevado, es insignificante frente al valor de la carga que estas rutas ilícitas suelen transportar, que puede superar los 50 millones de dólares por viaje.
De la ciencia ficción a la logística criminal
El modelo recuerda a dispositivos de guerra autónomos o a las historias de espionaje tecnológico, pero esta vez la ficción ha dado paso a la realidad criminal. Ya en noviembre de 2024, la policía de India interceptó una embarcación no tripulada similar cerca de las islas Andamán. No obstante, este nuevo caso latinoamericano señala una escalada en la sofisticación logística del narcotráfico transnacional.
Los expertos advierten que, de consolidarse esta estrategia, un solo grupo delictivo podría gestionar una flota de submarinos no tripulados desde una ubicación segura, lo que dificultaría la detección, pero también ofrecería vías de rastreo. Las terminales de Starlink están registradas a nombres o entidades, y si se logra localizar las antenas, se podría solicitar la colaboración de SpaceX para rastrear las cuentas activas.















