Taboão da Serra se ha convertido en una rareza urbana dentro del inmenso mapa de Brasil. Con apenas 20 kilómetros cuadrados de superficie -el noveno municipio más pequeño del país- concentra una población de 273.542 habitantes, según los últimos datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE). Esto se traduce en una cifra que desafía la lógica: 13.416 personas por kilómetro cuadrado, una densidad que no solo la convierte en la ciudad más abarrotada de Brasil, sino también en un caso de estudio sobre los límites del urbanismo moderno.
Brasil levanta un gigantesco ‘hormiguero humano’: 13.416 personas por km² entre torres que parecen no tener fin
La proyección para finales de 2025 es aún más asombrosa: el número de habitantes podría alcanzar los 285.307, impulsado por la llegada constante de trabajadores en activo. El problema es que casi todo el municipio ya está ocupado. De sus 20 kilómetros cuadrados, 18,61 están completamente urbanizados. Apenas queda espacio para nuevas construcciones, y las carreteras, saturadas, se enfrentan al mismo destino. El ruido, el tráfico y el hacinamiento se han vuelto parte del paisaje cotidiano.
No es casualidad. Taboão da Serra forma parte del área metropolitana de São Paulo, una gigantesca urbe cuya densidad supera los 7.800 habitantes por kilómetro cuadrado. Su cercanía a la capital paulista ha convertido a este pequeño municipio en un imán para quienes buscan vivir cerca de los grandes centros industriales y de servicios, pero con precios algo más accesibles.
Fundada a principios del siglo XX, la ciudad abandonó hace tiempo su origen agrícola. Lo que antes fueron tierras de cultivo, hoy son avenidas y torres residenciales. Desde comienzos de los años 2000, los campos dieron paso a centros comerciales y grandes cadenas minoristas como Carrefour, Walmart o el Grupo Pão de Açúcar. Un “hormiguero humano”, como la ha definido la prensa brasileña. Hoy, Taboão da Serra busca reinventarse dentro de su propio laberinto urbano.















