Star Wars va a volver con fuerza. La saga galáctica creada por George Lucas sigue siendo un fenómeno cultural inabarcable, pero también un reto creativo para Lucasfilm y Disney teniendo en cuenta que la licencia no está viviendo un buen momento. Después del éxito arrollador que ha supuesto el llamado Mandoverse —ese universo expandido que nace de The Mandalorian y se ha convertido en el epicentro del interés de los fans con producción cinematográfica propia—, la compañía ha comenzado a trazar los primeros pasos de la próxima gran era a partir del esperado proyecto Star Wars: New Jedi Order.
Según las últimas filtraciones, este nuevo arco argumental buscará replicar la fórmula que ha demostrado funcionar con las series de Disney+. La estrategia pasará por construir poco a poco un universo interconectado de personajes y tramas tras el Episodio IX: El ascenso de Skywalker, similar a cómo se ha gestado el Mandoverse. Esta aproximación modular permite a Lucasfilm experimentar con distintas historias y tonalidades sin la presión que conlleva un estreno cinematográfico tradicional dividido en trilogías.
Disney y Lucasfilm desvelan sus planes para la era Star Wars: New Jedi Order: una nueva saga al estilo Mandoverse que desafía el regreso cinematográfico
El punto de partida será la próxima película protagonizada por Daisy Ridley, quien regresa como Rey Skywalker, un personaje que marcó el final de la saga de las secuelas y que ahora tiene el cometido de guiar a esta nueva generación de Jedi. A partir de ahí, la narrativa se desplegará con lanzamientos escalonados, probablemente intercalando series y filmes, para ir construyendo hacia un evento culminante de enorme calado que reunirá a personajes introducidos en entregas anteriores.
Este método refleja la realidad actual de la industria y los hábitos de consumo de los espectadores. La saga ha encontrado en Disney+ un oasis de éxito, gracias a una fórmula más pausada y capaz de profundizar en personajes y mundos, algo que el público demandaba desde hacía años. The Mandalorian no solo revitalizó el interés por Star Wars, sino que sentó un modelo narrativo y comercial difícil de replicar en la pantalla grande.
De hecho, devolver la saga al cine es un desafío mayúsculo. Los estrenos recientes han dejado claro que los grandes estudios no siempre consiguen alcanzar las expectativas de taquilla ni recuperar la magia intacta. El público actual, acostumbrado a binge-watch y contenidos de calidad en streaming, exige historias más elaboradas y conexiones emocionales, algo que en la gran pantalla cuesta equilibrar con la espectacularidad y los riesgos financieros.
Por eso, Lucasfilm parece apostar por un universo expandido que aproveche al máximo las ventajas del streaming y la pantalla grande, preparando el terreno para un evento final que, cuando llegue, lo haga con la fuerza y el respaldo de una base sólida de seguidores. Sabemos que, tanto la película de Ryan Gosling como la próxima idea de Taika Waititi, se emplezarán en este marco. New Jedi Order no será solo una era, sino una declaración de intenciones: Star Wars se reinventa, buscando un equilibrio entre tradición y modernidad, cine y televisión, épica y profundidad.















