En una jugada estratégica que podría redefinir el equilibrio global en la industria tecnológica, China ha anunciado el hallazgo de más de 35 millones de toneladas métricas de cuarzo de alta pureza (HPQ) en las regiones de Qinling (Henan) y Altay (Xinjiang).
Se trata de un recurso esencial para la producción de silicio ultrapuro, fibra óptica y paneles solares, y cuya disponibilidad ha sido históricamente limitada. Hasta ahora, el país asiático dependía de las importaciones de Estados Unidos —especialmente de la mina Spruce Pine en Carolina del Norte— así como de Noruega y Australia, lo que lo situaba en una posición de vulnerabilidad ante las actuales tensiones comerciales con Occidente.
Cuarzo estratégico: la base de la infraestructura tecnológica global
El HPQ es mucho más que un mineral industrial. Es la materia prima de crisoles para fabricar chips, cables de fibra óptica fundamentales para redes 5G y componentes de paneles solares. En otras palabras, es una piedra angular del mundo digital y energético contemporáneo. China, que ya domina el 80% de la producción mundial de paneles solares y una parte significativa del mercado de semiconductores, considera este hallazgo como una oportunidad para blindar su cadena de suministro y alcanzar una autosuficiencia tecnológica crítica.
En paralelo al anuncio, el gobierno chino ha confirmado la creación de un Centro Nacional de Ingeniería e Innovación para el HPQ, una instalación que reunirá a geólogos, ingenieros y expertos en tecnología de materiales para maximizar el aprovechamiento del nuevo recurso. Además, el HPQ ha sido oficialmente incluido en la lista de minerales estratégicos del país, y se ha puesto en marcha un ambicioso plan de evaluación nacional de reservas, que busca consolidar la independencia de recursos minerales en los próximos años.

El impacto geopolítico del hallazgo
Este descubrimiento llega en un momento en que las relaciones entre China y Estados Unidos están marcadas por la desconfianza mutua, las restricciones comerciales y la guerra por los semiconductores. Para Pekín, dejar de depender de Spruce Pine y otras fuentes occidentales es una forma de neutralizar una de las principales armas de presión de Washington. Según Huang Xuexiong, director del Departamento de Protección y Supervisión de Recursos Minerales, el hallazgo “tendrá un impacto positivo en la resiliencia y seguridad de las cadenas industriales y de suministro”. Es decir, no solo se trata de un logro geológico, sino de un golpe geoeconómico de alto calibre.