Un equipo de arqueólogos ha realizado un descubrimiento que podría redefinir la cronología de la Gran Muralla China. En la provincia de Shandong, al este del país, se han identificado ruinas que sugieren que la construcción de esta imponente fortificación comenzó al menos 300 años antes de lo que se creía hasta ahora. Este hallazgo no solo aporta nuevas perspectivas sobre la evolución de la defensa en la antigua China, sino que también refuerza la importancia del estado de Qi en la configuración temprana de la muralla.
Un hallazgo arqueológico reescribe la historia de la Gran Muralla China
Los trabajos de excavación, realizados entre mayo y diciembre de 2024, abarcaron un área de 1100 metros cuadrados en las inmediaciones del pueblo de Guagli. Durante la investigación, los arqueólogos recuperaron una amplia variedad de materiales, entre ellos cerámica, herramientas, restos óseos de animales e incluso fragmentos de plantas carbonizadas.
Estos hallazgos han permitido datar la estructura con mayor precisión, sugiriendo que su construcción comenzó en el periodo de los Reinos Combatientes (siglo VII-III a.C.), mucho antes de la unificación de China bajo el mandato de Qin Shi Huang. El área excavada forma parte de la Gran Muralla de Qi, considerada el tramo más antiguo y extenso de la muralla, con una longitud de aproximadamente 641 kilómetros.

La datación de los restos ha sido posible gracias al análisis de carbono 14 y a estudios estratigráficos que han confirmado la antigüedad de la estructura. Según Liu Zheng, miembro de la Sociedad China de Antigüedades, “este descubrimiento adelanta la fecha de construcción de la Gran Muralla y la sitúa como el tramo más antiguo conocido en toda China, proporcionando nuevas claves sobre las estrategias defensivas de los estados preimperiales”.
Los resultados de la investigación desafían la narrativa tradicional, que situaba el inicio de la Gran Muralla en la dinastía Qin (221-206 a.C.), cuando el primer emperador de China ordenó la unificación de distintos segmentos defensivos preexistentes. Sin embargo, los datos obtenidos en Shandong sugieren que el concepto de una muralla como defensa estructurada ya estaba presente siglos antes, especialmente en el contexto de los conflictos entre los reinos de Qi, Yan y Zhao.

Además de los vestigios de la muralla, los arqueólogos descubrieron dos estructuras residenciales pertenecientes al periodo Zhou. Los cimientos, de forma cuadrada con esquinas redondeadas, indican la existencia de un asentamiento fortificado en la zona, lo que sugiere que la muralla no solo tenía una función defensiva, sino que también estaba integrada en una red de comunidades que dependían de ella para su protección y abastecimiento.
A un kilómetro y medio al norte del sitio excavado, los investigadores han identificado restos de la antigua ciudad de Pingyin, un enclave documentado en textos históricos pero cuya localización exacta hasta ahora era incierta. La ciudad, mencionada en antiguos registros estatales, podría haber sido un punto clave en la administración y control del territorio por parte del reino de Qi.
La evolución de la Gran Muralla a lo largo de la historia
Originalmente, la Gran Muralla consistía en una serie de fortificaciones desconectadas, construidas por distintos estados chinos para defenderse de incursiones nómadas y de los ejércitos rivales. No fue hasta la llegada de Qin Shi Huang (221-210 a.C.) cuando se emprendió la unificación y ampliación de estos muros dispersos, dando origen a la estructura que con el tiempo se consolidaría como uno de los mayores logros arquitectónicos de la antigüedad.

Actualmente, la Gran Muralla se extiende por más de 20.000 kilómetros y atraviesa 15 regiones provinciales, incluyendo Pekín, Hebei, Mongolia Interior, Gansu y Xinjiang. Desde 1987, es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y continúa siendo objeto de estudio arqueológico, ya que aún esconde innumerables secretos sobre su construcción y evolución.
Este nuevo hallazgo no solo reescribe la historia temprana de la Gran Muralla, sino que también enfatiza la sofisticación militar y organizativa de los reinos preimperiales, dejando abierta la posibilidad de que existan más tramos desconocidos esperando ser descubiertos en otras regiones de China.