Una técnica de ciberataque que parecía relegada a foros especializados y novelas de hackers está resurgiendo con fuerza en Europa: el wardriving. Esta práctica, que consiste en recorrer barrios residenciales desde el coche en busca de redes Wi-Fi mal protegidas, ha experimentado un alarmante repunte en países como Alemania.
El regreso silencioso del wardriving: el nuevo peligro Wi-Fi en Europa
Aunque en España todavía no se han registrado casos a gran escala, los expertos advierten que esta amenaza podría llegar en cualquier momento si no se refuerzan las medidas de seguridad en los hogares. El wardriving no es nuevo, pero ha evolucionado gracias al uso de antenas de largo alcance y dispositivos portátiles como Raspberry Pi.
Los atacantes rastrean redes vulnerables desde sus vehículos con el objetivo de detectar redes abiertas o con contraseñas débiles, penetrar en ellas y robar información personal, acceder a billeteras de criptomonedas o utilizar la conexión del usuario para actividades ilícitas como fraudes o descargas ilegales.
Una vez dentro, los ciberdelincuentes pueden operar sin ser detectados y convertir una red doméstica en plataforma para otros delitos. El peligro es que el daño no siempre es visible al instante: desde robo de datos hasta chantaje con archivos íntimos, las consecuencias pueden ser devastadoras. Y lo peor: todo esto puede ocurrir sin que el propietario del router tenga la menor sospecha.

Seguridad digital doméstica: la primera línea de defensa
Aunque en España aún no haya casos masivos, los expertos instan a blindar nuestras redes domésticas de forma inmediata. Medidas como cambiar las contraseñas por defecto, activar protocolos de cifrado como WPA3, limitar el acceso a la red, apagar el router cuando no se use y mantener un firewall activo son clave para frenar estas intrusiones. Y como siempre, el sentido común digital es una herramienta tan poderosa como cualquier antivirus.