El Instituto de Virología de Wuhan vuelve a estar en el punto de mira tras el hallazgo de un nuevo coronavirus en murciélagos: el HKU5-CoV-2. Lo preocupante es que este virus usa el mismo receptor ACE2 para infiltrarse en células humanas, igual que el SARS-CoV-2, causante de la pandemia de COVID-19.
Crece la alarma en Wuhan: investigaciones recientes desatan el temor a otra crisis sanitaria como la del coronavirus
Los investigadores identificaron la cepa en murciélagos de la familia Pipistrellus, recolectados en varias regiones de China. Su análisis genético lo emparenta con el MERS-CoV, pero lo aleja del SARS-CoV-2. Lo más preocupante es su capacidad para unirse al ACE2 lo convierte en un potencial candidato para saltar a los humanos. Un riesgo que los expertos no pasan por alto.
El estudio, publicado en Cell, detalla el hallazgo en muestras de murciélagos y advierte sobre la necesidad de estudiar cepas con proteínas de pico más infecciosas. Los próximos pasos incluyen pruebas en ratones humanizados y el análisis de los mecanismos de activación del virus. La comunidad científica quiere entender hasta qué punto este nuevo coronavirus podría representar una amenaza.
Pero no todos están convencidos de que Wuhan sea el lugar adecuado para estos experimentos. La Dra. Alina Chan, experta en bioseguridad, cuestiona que la ciudad tenga la infraestructura necesaria para este tipo de estudios. "Después del COVID-19, no creo que haya un nivel de bioseguridad suficiente en Wuhan. Si se hacen estos trabajos, deberían realizarse en un laboratorio de nivel 4, lejos de cualquier núcleo urbano", declaró a The Telegraph. En las últimas semanas varias teorías y pruebas refuerzan esta idea.
Pese a la preocupación, algunos expertos piden mesura. La Dra. Amira Roess, de la Universidad George Mason, subraya que aún no hay evidencia de infecciones en humanos. "Los investigadores mismos dicen que esto no debería causar pánico. Nos ayuda a entender mejor estos virus y cómo reaccionar si se propagan", explicó a CNN.
El descubrimiento del HKU5-CoV-2 refuerza la importancia de vigilar los coronavirus en la fauna salvaje. Aunque por ahora no parece tan eficiente como el SARS-CoV-2 para infectar humanos, su existencia reabre el debate sobre la bioseguridad en los laboratorios y la necesidad de extremar precauciones en la investigación virológica. En un mundo con virus cada vez más extraños y letales cualquier medida es poca.















