Durante los últimos días hemos visto como Amazon o Google han descubierto un secreto a voces, que no es otro que el de que escuchan nuestras conversaciones con Alexa o el Google Assistant para mejorar el algoritmo del asistente virtual y su sistema de reconocimiento de voz.
A estas dos compañías se une ahora Apple, que ha basado una de sus últimas campañas de marketing en la privacidad lo que, según El País, no le impide subcontratar una empresa para escuchar las grabaciones de su asistente virtual, Siri.
El problema no está en que estos encargados de escuchar y transcribir nuestras peticiones a Siri puedan oír cómo hemos utilizado el dispositivo sino en las grabaciones que, por error, se cuelan en el sistema y que no son meras búsquedas, captando en ocasiones conversaciones íntimas aunque, por suerte, los propios encargados de transcribir estas conversaciones aseguran que la mayoría de ellas provienen de consultas a Siri.
"He llegado a escuchar hasta dos veces a personas teniendo sexo. A veces, comienza la grabación por accidente y no se dan cuenta", comenta algunos exempleados de la subcontrata.
Apple, por su parte, explica que cuando un dispositivo recoge algún dato son transparentes al respecto informando al usuario de la recogida de estos datos y disociando estos datos del perfil del usuario para proteger su privacidad.