Dos mujeres han tratado saltarse la cola de la vacunación por segmentos de población y edades de Estados Unidos en su lucha contra el coronavirus. Al parecer, las dos adolescentes se disfrazaron con ropas y una caracterización muy trabajada para parecer ancianas o señoras de edad avanzada, y así recibir su dosis de la vacuna contra la COVID-19. El truco se destapó cuando uno de los responsables sanitarios decidió revisar los documentos de identidad, cayéndose su coartada. Lo curioso del asunto, más allá de lo cómico del disfraz, es que ambas ya habían recibido la primera dosis y nadie se percató de su treta en un primer momento (vía El mundo).
Buscando vacunarse aparentando ser dos ancianas
Seguro que recordaréis que, al igual que en muchos países, en Estados Unidos se están administrando las dosis de la vacuna contra la COVID-19 a través de un estricto protocolo por segmentos de edad. Como en otras regiones, primero se ha decidido vacunar a la población más vulnerable y al personal sanitario -en España tenemos noticias muy positivas y buenas al respecto-, para ir progresivamente descendiendo en aquellos públicos menos expuestos o con menor riesgo de contraer y fallecer por la enfermedad. En este contexto, dos jóvenes han decidido saltarse todos los protocolos y colas disfrazándose de ancianas para recibir su vacuna. Aunque el maquillaje y las ropas parecían muy creíbles -deberían de serlo porque engañaron al personal sanitario, ya que recibieron la primera dosis de la vacuna sin levantar sospechas-, pronto se destapó su táctica. Todo ha ocurrido en el Condado de Orange, en Florida.
Lo que era una jornada de vacunación masiva más, de las que se están llevando a cabo en todo el estado, pronto se convirtió en anécdota. Las autoridades sanitarias desenmascararon a las dos jóvenes después de revisar sus documentos de identidad, comprobando que su edad real y su aspecto no concordaba en absoluto. Ambas iban ataviadas con guantes y gorros y algo de maquillaje, y trataban de ponerse la segunda dosis de la vacuna. Curiosamente, ambas tenían selladas las tarjetas de vacunación con la que se valida este proceso, y que evidenciaría que ya recibieron en su momento una primera inyección. Ante el escándalo y revuelo, se les negó la segunda tras ser descubiertas, según ha explicado el doctor Raúl Pino, oficial de salud del condado de Orange y responsable de esta campaña de vacunación.
Un caso que se ha vuelto viral
"La verdad, no nos han faltado brazos dispuestos a vacunarse. Tenemos de todo. Incluso personas que fingen ser mayores para vacunarse. El pasado miércoles nos dimos cuenta de que un par de señoritas vinieron disfrazadas de abuelas para vacunarse por segunda vez, así que no sé cómo escaparon la primera vez, pero vinieron para vacunarse. Era muy curioso, con sus gorros, los guantes, las gafas, todo y probablemente tenían unos 20 años", matizó el doctor Pino. "Creo que hubo algunos problemas con sus identificaciones y su licencia de conducir, pero no conozco todos los detalles sobre ellas", concluía el director de vacunación. Lógicamente, cuando se les descubrió, se les pasó a dependencias policiales y pasaron un buen rato en la oficina del Sheriff del Condado de Orange tras ser detenidas.
Los agentes de policía dijeron que sus nombres reales estaban inscritos en las tarjetas de vacunación, pero que su fecha de nacimiento no coincidía con la oficial. Tras el incidente se ha reforzado la seguridad en el Centro de Convenciones, informó el director del Departamento de Salud, buscando solucionar las lagunas existentes en el proceso. "Es un poco gracioso en cierto sentido, pero también es decepcionante porque están ocupando el lugar de una persona, con una mayor necesidad de protegerse de la enfermedad", comentó el doctor. "Ha habido algunos otros casos muy curiosos. Todos son diferentes y creativos. Un individuo que tenía el mismo nombre de su padre, venía con una tarjeta pero con diferente fecha de cumpleaños. Pero, ya sabes, tenemos acceso a mucha información y podemos verificar rápidamente quién es quién, dónde nacieron...", concluía. En cualquier caso, se ha confirmado que los protocolos se reforzarán y se realizarán distintas comprobaciones para evitar situaciones tan evidentes como la vivida en esta semana. De una forma u otra, el asunto no ha ido a más, y demuestra las ganas que tiene la población mundial de recibir su tratamiento para luchar contra una pandemia causada por un virus que ha puesto patas arriba nuestra realidad y que, curiosamente, cabría en una lata de refresco.
