AMC Theatres y la productora Universal Pictures anunciaron ayer un acuerdo histórico por el cual se acortaban los periodos de distribución y exhibición en cines, ofreciendo a la major la posibilidad de lanzar sus películas en digital pocos días después de su estreno en salas. Se trata de una alianza improbable que, según la industria, puede ser tan beneficiosa como dañina. Los dueños de cines de todo el mundo, incluidos los de España, miran con recelos este cambio en las ventanas de lanzamiento.
¿Un modelo de futuro o un gesto desesperado?
Se trata de un cambio histórico que surge después de meses de batalla por el vídeo bajo demanda y los estrenos digitales durante la pandemia, un aspecto que según los cines acabaron perjudicando su negocio, poniéndolos en la picota cuando comenzaran a reabrir garantizando las medidas sanitarias necesarias para combatir al coronavirus.
"En estos momentos soy incapaz de evaluar cómo de grande y monumental es este acuerdo", informaba Rich Greenfield, uno de los analistas más reputados de LightShed Partners a Variety. "Creo que el consejero delegado de NBC, Jeff Shell, será recordado por este acuerdo; es un acuerdo que en otra época habría sido imposible", remarcaba Greenfield.
La pandemia ha cambiado drásticamente la dinámica de poder entre los estudios y las salas de exhibición, dando a los creadores de contenido más influencia en el debate sobre cómo se hacen, comercializan y distribuyen las películas. El asunto de Trolls World Tour, que generó 100 millones de dólares en vídeo bajo demanda y formato digital, y el éxito de El hombre invisible, que consiguió cifras espectaculares a través del formato doméstico, han llevado a Universal a apostar por lo que ellos consideran un modelo ganador para capturar audiencias en casa. "Antes del coronavirus, estábamos marchando hacia ventanas más cortas en los lanzamiento", explicaba Erik Gordon, profesor asociado de la Universidad de Michigan. "El COVID simplemente cambió el equilibrio de poder entre ambas partes, así que ahora estamos adelantándonos hacia ventanas aún más cortas", matizaba.
De hecho, es cierto. Hace unos años, pasaban muchos meses hasta que una película llegaba al formato digital, y un poco más si hablábamos de DVD y Blu-ray. Si ya nos ponemos en la distribución por cable o televisión, incluso años en el caso del último formato. La decisión de que AMC y Universal se unan en una causa así era impensable. Muchos creen que están desesperados y que es una medida que durará poco, y que simplemente se limitará a hacer dinero durante unos meses muy duros. Pero la industria ne conjunto cree que alentará a los consumidores a evitar los cines, sin importar si el lanzamiento es importante o grande, o de si pertenece a una saga querida o no: decidirán esperar unas semanas para transmitirlo en sus hogares. ¿Puede permitírselo un blockbuster? ¿Una cinta como Jurassic World 3? ¿Una secuela de la saga Fast? No del todo. Los presupuestos abultados, el ruido mediático y el coste operacional de estas películas son demasiado grandes, y el recorrido en salas de estas licencia son las que acaban salvando los muebles para las majors. Además, la idea de acortar en un mínimo de 17 días el estreno de estos taquillazos es eso: un mínimo. Universal se reserva el hecho de alargar el plazo si considera que está desempeñando bien en las salas.
Además, AMC se guarda las espaldas. La cadena de cines podría ganar hasta el 10% de los ingresos de cualquier película que Universal ponga en video premium bajo demanda, y a cambio, Universal tiene la opción de hacer que cualquier película que distribuya esté disponible para alquiler tres semanas después de su estreno en los cines de AMC. El tema del precio será clave, y se habla de un mínimo de 19,99 dólares, una cifra alta o premium, pero que puede facilitar mucho que el consumidor y espectador medio pueda ver los potenciales estrenos desde la comodidad de su hogar en un plazo de alquiler que estará determinado por 48 horas desde que se inicia la reproducción. "Esperábamos una ventana de 30 días, y nos sorprendió ver que AMC aceptaba solo 17 días, lo que aumenta el riesgo de que muchos espectadores esperen algunos fines de semana para ver películas en casa en lugar de ir al cine", argumentaba Andre C. Rosenblatt, analista de Credit Suisse. ¿Pone esto en riesgo el formato tradicional de exhibición?
"Si este acuerdo se estructurara de una manera que resulte en una mayor rentabilidad del estudio o menos riesgo en el estudio, podríamos ver más lanzamientos en cines (y una lista más diversa de películas), lo que podría ser positivo para los cines con el tiempo", añadía el mismo Rosenblatt. "No vemos ningún sentido comercial en este modelo", argumentaba Mooky Greidinger, coonsejero de Cineworld, empresa rival en la exhibición con respecto a los cines AMC: "En Cineworld / Regal, no estamos cambiando nuestra política con respecto a mostrar solo películas que respeten la ventana de estrenos en cines", matizaba. En España, la situación se ha tomado con escepticismo. De momento, Universal no ha contactado a ningún cine español, por lo que los términos del acuerdo podrían restringirse en principio a Estados Unidos. Sin embargo, una de las cadenas de distribución y cines más importantes del país, argumentó que era cuestión de tiempo: "En Universal necesitan el efectivo, al igual que en AMC", concluía.