Es posible que su nombre no te suene, pero seguro que ya los has visto por todas partes. Es muy común cruzarte con un puñado de chicos y chicas que llevan sus móviles decorados con muñecos o que se reúnen en plazas, portales y cafeterías a intercambiarlos. Estas pequeñas figuras de apariencia tierna, con cuerpos desnudos y alas de ángel, han invadido las redes sociales y se han convertido en un accesorio imprescindible para influencers, celebridades e incluso amigos cercanos. Colgados de teléfonos móviles, ordenadores y otros dispositivos, los Sonny Angel se han alzado como un fenómeno viral, aunque su historia y significado van mucho más allá de su reciente popularidad. Es casi imposible escapar de ellos y su historia no puede ser más extraña.
¿Qué son los Sonny Angel? Descubre a los muñecos virales de TikTok y que son el fiel reflejo de la Generación Z y la Millenial
Tienen más de 20 años a sus espaldas, pues los Sonny Angel fueron creados en Japón en 2004 por Toru Soeya, fundador de la compañía Dreams, y aunque en un principio, Soeya diseñó estos muñecos como figuras coleccionables de tamaño mayor, pronto encontró que una versión más pequeña y portátil tenía mayor atractivo. Reduciendo sus dimensiones, los consumidores podían llevarlos de un lado a otro, sirviendo como decoración y complemento, así como maximizando los beneficios por cada unidad vendida al usar menos plástico y materiales en su fabricación. Un negocio redondo.
Pronto, lo que comenzó como un proyecto para crear figuras kawaii, típicas de la estética japonesa que exalta la ternura, ha ido evolucionado hasta convertirse en un fenómeno global. Aunque nadie sabe muy bien por qué.
Algunos explican que, como su creador también incorporó un propósito cultural y simbólico, ya que los Sonny Angel no solo son adornos, sino que se consideran amuletos de buena suerte, han calado especialmente en la Generación Z y la Millenial, abonados al simbolismo y la superstición gracias al auge de las redes sociales. Este detalle, junto con su diseño compacto y adorable, explica parte de su éxito entre las personas que buscan objetos únicos con significado emocional. Pero quizás la razón de su éxito sea más prosaica.
Aunque Soeya creó los Sonny Angel hace dos décadas, su inspiración se remonta más de un siglo atrás, a los personajes Kewpie, ideados por la ilustradora y escritora estadounidense Rose O’Neill en 1909. Los Kewpie, reconocidos por su apariencia similar de bebés angelicales con alas, se popularizaron rápidamente en Estados Unidos y, a partir de 1912, se convirtieron en muñecos de porcelana y otros materiales. Si nos ponemos especialmente profundos, podríamos decir que el concepto de ternura universal ha trascendido fronteras y épocas, desde los Kewpie hasta los modernos Sonny Angel. Cualquiera se resiste a un bebé vestido de sandía.
Pero en 2024 se han convertido en un disparatado fenómeno global. Los Sonny Angel han roto las fronteras culturales y se han convertido en un fenómeno masivo, especialmente en Europa, donde es casi imposible escapar de ellos en las grandes ciudades. Gran parte de su éxito actual se debe a la viralidad en TikTok, donde los usuarios han compartido millones de vídeos dedicados a estas figuritas como ya ocurrió con las Sylvanian Families y otros productos similares diseñados para la colección. Entre los formatos más populares están los vídeos de unboxing, donde los compradores muestran el momento de apertura de las cajas sorpresa que contienen a los muñecos.
Rosalía lleva en la carcasa de su teléfono móvil un Sonny Angel Hipper con gorrito de melón. pic.twitter.com/FjUwHUTNfK
— MOTOMAMI TOUR (@MOTOMAMlTOUR) September 26, 2024
Si queréis profundizar más en el concepto de estas figuras que desatan la locura, es interesante destacar que cada serie y colección de Sonny Angel presenta un tema específico, como flores, animales, frutas, cumpleaños o ediciones especiales navideñas. Sin embargo, el factor sorpresa es clave en su éxito: aunque los compradores saben el tema general de la colección, no pueden elegir qué figura específica obtendrán, como si se tratase de un sobre de cromos o de cartas coleccionables. Es la clave perfecta para generar una sólida comunidad activa de coleccionistas y llegar a mercados muy concretos, como el español.
Famosos como Rosalía, Bella Hadid, Victoria Beckham y la influencer española María Pombo han sido vistos con Sonny Angels, lo que ha disparado su popularidad. Han pasado de ser una figura coleccionable a ser considerado un accesorio de moda y símbolo de estatus entre ciertos grupos. Como suele ocurrir, el fenómeno también ha generado un mercado secundario y de segunda mano, donde los precios de las figuritas pueden alcanzar cifras exorbitantes y en la que, como es habitual, hay muñecos de distinta rareza. Mientras el precio recomendado es de aproximadamente 10 euros, en plataformas como Amazon se venden por entre 10 y 60 euros, dependiendo de la disponibilidad y la demanda.
Es esta falta de capacidad de suministrar el mercado de Sonny Angel originales lo que, en parte, ha dado lugar a un auge de réplicas y alternativas más económicas. En bazares locales, por ejemplo, se pueden encontrar imitaciones por tan solo 5 euros, aunque estas no tienen la misma calidad ni el sello de la compañía japonesa Dreams. Parece que, en un mundo donde la nostalgia y lo emocional están al alza, los Sonny Angel destacan por ser un símbolo de conexión, alegría y buena suerte, lo que unido al boom de las redes sociales, han dado como resultado un fenómeno difícil de calibrar.