La Real Academia Española (RAE) ha redefinido la onomatopeya de la risa en España y, desde ahora, será más que un simple “jajaja”. Cuando pensamos en la risa escrita, es fácil que nuestra mente recurra al popular “jajaja”, muy habitual en el castellano a la hora de escribir en chats de texto en internet o en la expresión escrita en general. Sin embargo, según la Academia, este uso es incorrecto desde una perspectiva lingüística y hay que cambiarlo. La razón detrás de este ajuste no es trivial, la onomatopeya que representa la risa en español no debe escribirse con la secuencia “jajaja” tal como la conocemos, y habría que ajustarlo. ¿El cambio? Sorprendente cuanto menos.
Adiós al ‘jajaja’: la RAE propone una nueva onomatopeya para reír en España al chatear y a más de uno le pillará por sorpresa
Una onomatopeya, por definición, es una palabra que imita el sonido del objeto o acción que describe. Tomemos como ejemplo los típicos “muuu” de una vaca o el “tic-tac” de un reloj. Es decir, cuando hablamos de onomatopeyas, la ortografía debe reflejar con precisión el sonido que está siendo imitado. Así, la RAE insiste en que, en español, la risa se representa con la interjección “ja”, no con “ha”, que es más común en otros idiomas como el inglés o el francés. Para la RAE, la “h” es una letra muda en el idioma y no corresponde a ningún sonido en el caso de la risa.
Aunque parezca que se trata de una tontería, uno de los pilares fundamentales de la RAE es su capacidad para adaptarse a los cambios del lenguaje. El idioma, como cualquier sistema de comunicación, evoluciona constantemente. No se trata de una rígida estructura impuesta, inamovible durante los años, sino más bien a una serie de convenciones que van adaptándose al uso de la sociedad y el contexto. Por eso, la Real Academia no solo es un árbitro de la corrección, sino también un reflejo de cómo los hablantes perciben y practican su lengua. Y el cambio en la representación de la risa tiene su miga.
Desde ahora, en la escritura formal, especialmente en contextos como los chats o las redes sociales, lo más adecuado sería separar las repeticiones de la interjección con comas: “ja, ja, ja”. Si se optara por escribir las tres “ja” juntas, como en “jajaja”, se estaría creando una palabra compuesta que, según las reglas ortográficas del español, sería una palabra llana y llevaría tilde, como explican en la web de la RAE. Al separar cada unidad, no hay necesidad de acentuación, ya que la secuencia no es una palabra en sí misma, sino una forma de expresar la risa. Suena extraño, pero tiene su lógica.
No obstante, el mundo de las onomatopeyas es más complejo de lo que parece, y la RAE lo sabe. La risa, en sus diferentes formas y contextos, no se limita a un único patrón sonoro. El uso de variantes como “je”, “ji”, “jo” y “ju” permite matizar distintos tipos de risas: desde la irónica y sarcástica hasta la malvada o incrédula. Cada una de estas formas aporta una capa de contexto que, en un mensaje escrito, puede transmitir mucho más que la simple idea de que alguien se está riendo. El lenguaje y el uso de las onomatopeyas, así como la labor de la RAE, lejos de ser un simple garante del capricho ortográfico, es la muestra la riqueza de la lengua española y su capacidad para adaptarse a las necesidades comunicativas de su tiempo.