James Wong estrenó en 2009 uno de los peores live-action de la historia, 'Dragon Ball Evolution'. La adaptación de acción real de la obra de Akira Toriyama fue vapuleada por la crítica y el público odió el resultado presentado por 20th Century Fox. Han pasado 15 años desde el lanzamiento de aquel enterrado proyecto, pero una de sus estrellas sigue sin perdonarse haber participado en una película tan mala que defraudó a los fans de Goku. James Marsters, el mítico Spike de 'Buffy, cazavampiros', interpretó a Piccolo en ese largometraje, y recientemente pidió disculpas a los espectadores en una charla y desveló que se redimió participando en 'Dragon Ball Super' de forma anónima.
JAMES MARSTERS VOICED ZAMASU FOR FREE JUST TO APOLOGIZE FOR HIS ROLE AS PICCOLO IN DRAGON BALL EVOLUTION??? WHAT?!!! pic.twitter.com/YnD4yzyOA9
— BlackScape (@DragonBallBLK) October 16, 2024
James Marsters no se perdona haber participado en 'Dragon Ball Evolution' y pide perdón a los fans de Akira Toriyama: el actor confiesa haber buscado su redención participando en 'Dragon Ball Super'
Marsters no se siente especialmente orgulloso de 'Dragon Ball Evolution', una película que asegura no vio demasiada gente pero que, aun así, sirve para todavía se le acerquen fans en convenciones y eventos y le pregunten por el proyecto. Para redimirse, en busca de pedir perdón a los amantes de la obra de Toriyama, el actor aceptó participar en 'Dragon Ball Super' prestando su voz a Zamasu, el villano de uno de los arcos más aplaudidos de la etapa más reciente de 'Dragon Ball'.
Y lo mejor es que el artista quiso firmar su trabajo de forma anónima y que solamente los verdaderos seguidores de la serie supieran que él estaba detrás del personaje: "No quería ningún reconocimiento ni aparecer en los créditos", comentaba. "Solo quería ser conocido en convenciones por los verdaderos fans de Dragon Ball, porque todos se acercaban y me preguntaban por Dragon Ball Evolution y lo que salió mal".
"La única cosa buena de aquella película es que no la vio casi nadie", continuaba. "Fuimos a Japón [para promocionarla] y todo fue muy discreto. Solamente había unas 5000 personas viendo la película y al final nos aplaudieron por educación. Quizá ser silencioso es algo cultural en Japón, pero lo sentimos más como un: 'oh, muy bien, ahora iros'", proseguía. "Había un gran sentimiento de que era horrible. Quería poner un pseudónimo en 'Dragon Ball Super' para poder acercarme a los fans y decirles; 'Yo soy Zamasu' a modo de disculpa por 'Dragon Ball Evolution'".