A Zack Snyder le quedaba una última carta bajo la manga: la esperanza de que el montaje del director de Rebel Moon, largamente publicitado por aumentar las secuencias de sangre, acción y sexo, fue un éxito. No lo ha sido. La realidad ha sido implacable. El público ha dado la espalda a esta nueva versión, y las dos entregas del montaje orientado al público adulto ni siquiera han conseguido colarse en el Top 10 de lo más visto en Netflix durante la semana del 29 de julio al 4 de agosto.
Zack Snyder enfrenta el mayor fracaso de su carrera con Rebel Moon, un filme que ha dejado de interesar a los espectadores en Netflix
El fracaso es contundente pese a que se ha intentado maquillar la realidad con los números del estreno del primer filme a finales del año pasado. Ninguna de las nuevas versiones de Rebel Moon ha alcanzado un total estimado de 3,6 millones de visionados en su primera semana, a pesar de que se estrenaron el día 2 de agosto, lo que les ha dado menos tiempo en comparación con otros títulos.
Da lo mismo. Esto subraya un hecho innegable: este universo de ciencia ficción, que aspiraba a ser la nueva Star Wars en el catálogo de Netflix, no ha conectado con el público en la medida que se esperaba.
Aún así, Snyder ha preparado precuelas en forma de podcast, tebeos, algún juego de mesa e incluso un videojuego. Pero no hay interés. Los espectadores de la plataforma de streaming están a otra cosas. Ya en su estreno inicial se notó un descenso en el interés de los espectadores de la primera entrega, Rebel Moon Parte 1: La niña de fuego, a la segunda, Rebel Moon Parte 2: La guerrera que deja marcas, algo de lo que nos hicimos eco e hizo sonar todas las alarmas. Aunque esta última logró debutar en el número 1 de Netflix, su popularidad se desplomó rápidamente. Ahora, con estos nuevos montajes, que prometían ser la última bala del cartucho, la situación ha empeorado al punto de que ni siquiera han logrado entrar en las listas de lo más visto.
El ambicioso proyecto de Zack Snyder, que contó con un presupuesto estimado de entre 120 y 150 millones de dólares por película, estaba diseñado como una épica saga de ciencia ficción que Netflix esperaba que se convirtiera en un fenómeno cultural. La realidad es ineludible: las cuentas no salen. Netflix necesita éxitos que justifiquen sus grandes inversiones, más y cuando el portal se encuentra en dura pugna por la hegemonía en el streaming, y Rebel Moon no ha estado a la altura de las expectativas.Zack Snyder, consciente del golpe, ya ha insinuado que su próximo proyecto será más pequeño y sin efectos especiales, quizás como una forma de recuperar el terreno perdido y reenfocar su carrera tras este duro revés. Veremos qué sucede.